Por: Con información de ANRED

La acción, que modificó los letreros apenas quince días después del acto de la CGT, busca poner en valor la figura de Tosco y su legado antiburocrático. La intervención se produjo en el marco del bautismo original de la calle, realizado por la CGT, que fue repudiado por organismos de derechos humanos y organizaciones de la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada. Según el comunicado de la Multisectorial:
“El ex dirigente de la UOM dirigió parte de las patotas que asesinaron y persiguieron militantes en los años previos al golpe genocida de 1976. Su accionar y vínculo con estas patotas no sólo fue confirmado por varias investigaciones sobre los grupos parapoliciales de la época, sino que es confirmada por el mismo Juan Manuel Abal Medina en su último libro donde confirma que Rucci mandó matones armados a participar de la represión contra la movilización que hacía el peronismo revolucionario”.
La Multisectorial también señaló que la vinculación de Rucci con los grupos paraestatales está documentada en el libro La CNU. El terrorismo de Estado antes del Golpe de los periodistas Daniel Cecchini y Alberto Elizalde, y que incluye la participación de estas patotas en la masacre de Ezeiza el 20 de junio de 1973.
La restitución de Tosco destaca la diferencia entre modelos sindicales históricos. Como señaló ANRED:
“El dirigente obrero de Luz y Fuerza fue uno de los exponentes del sindicalismo de base y revolucionario, que expresaba una postura de independencia de clase y estaba en las antípodas del verticalismo burocrático de la CGT, planteando el desarrollo de un ejercicio democrático de consulta permanente a las bases. Por su parte, Rucci defendía el modelo tradicional, verticalista y burocrático, vinculado a patotas de todo tipo que buscaban eliminar todo surgimiento de militancia de base dentro de los gremios o expresiones vinculadas a la izquierda o el peronismo revolucionario”.

El debate sobre la calle se produce además en un contexto laboral y político sensible, con el Gobierno nacional impulsando proyectos de Reforma Laboral que podrían afectar derechos y condiciones de trabajo. La Multisectorial advirtió:
“Hay sectores de la CGT, como el que expresa el secretario General de la UOCRA y ex colaborador civil de la última dictadura, Gerardo Martínez, que están prestos a negociar derechos laborales y acordar con el Gobierno modificaciones regresivas en la legislación laboral; mientras que existen sindicatos, comisiones internas, cuerpos de delegadas y delegados que no estarán dispuestos a entregar sus derechos laborales y plantearán una agenda de coordinación y lucha para enfrentar un modelo que sólo pretende beneficiar al sector del capital más concentrado, a base de una precarización mayor y permanente de las condiciones de vida de las mayorías”.
En un marco de precarización laboral histórica, con tasas de informalidad y salarios de pobreza que superan el 30% desde hace más de 25 años, la intervención anónima y el debate sobre el nombre de la calle simbolizan la memoria histórica, la lucha por derechos laborales y la vigencia de modelos sindicales alternativos, manteniendo vigente la figura de Tosco como referente de independencia de clase y defensa de los derechos de los trabajadores.