
De esta forma, superó los 469,18 metros logrados recientemente por San Andrés de Giles, localidad que había arrebatado el récord a la Capital Nacional del Salame Tandilero. El logro fue certificado ante el público que colmó la zona del Parque Independencia, epicentro de la celebración.
Según informó El Eco de Tandil, el evento reunió a productores locales, turistas y cientos de vecinos, en una jornada que combinó gastronomía, música y tradición. A las 19.45, el enorme salame irrumpió en escena desde un camión de la empresa Cagnoli, transportado en un carrete que contenía cerca de 2.000 kilos del embutido, elaborado íntegramente por chacineros de la región.
Con la ayuda de decenas de voluntarios, comenzó el desenrollado del salame, maniobra que obligó a despejar la avenida Illia para permitir el paso del vehículo y del montacargas que sostenía la estructura. La medición oficial se realizó pasadas las 21, entre aplausos y música en vivo.
Durante el proceso, los organizadores recordaron las marcas alcanzadas por Tandil desde 2014 y las competencias con Oncativo (Córdoba) y San Andrés de Giles, las otras ciudades con tradición en embutidos. Finalmente, a las 21.42, el escribano certificó el nuevo récord mundial: 487,22 metros de salame tandilero.
El producto cuenta con Denominación de Origen Protegida (DOP), un sello que garantiza su calidad y método tradicional de elaboración. La combinación de técnicas heredadas de inmigrantes europeos con materias primas locales le otorga un sabor único y una identidad gastronómica reconocida en todo el país.

Además del aspecto festivo, el récord representa un impulso turístico y cultural para Tandil, que cada año recibe miles de visitantes atraídos por su gastronomía y sus paisajes serranos. La edición 2025 de Chacinar reafirmó esa identidad: productores, familias y turistas celebraron una tradición que une historia, trabajo y sabor argentino.