
La compañía ya había ejecutado 150 despidos a mitad de año y ahora avanza con una paralización casi total de su actividad productiva.
Durante el período de suspensión, los trabajadores percibirán el 78% del salario de bolsillo.
El acuerdo contempla además que el aguinaldo se abone en dos cuotas.
Las suspensiones afectan principalmente al personal de producción. La firma también emplea trabajadores de mantenimiento y de sus locales comerciales, aunque por ahora no están incluidos en esta medida.
En sus años de mayor actividad, Textilana llegó a tener 1.200 empleados. A comienzos de 2024 eran alrededor de 400, y desde entonces el achique ha sido constante.
El caso de Textilana se inscribe en un escenario crítico para la industria textil argentina, atravesada por la caída del consumo interno y el incremento de las importaciones.
La producción textil cayó 18,1% interanual en agosto de 2025.
La capacidad instalada se ubica en apenas 41,5%, con plantas semiparalizadas.
El empleo formal es de 108.000 trabajadores, lo que implica una pérdida de 5.000 puestos en el último año.
La situación generó preocupación en Mar del Plata, donde la textil es una de las industrias históricas y uno de los principales generadores de empleo industrial.