
La medida marca el cierre de una etapa de tres años en la que balnearios privados, concesiones municipales, Unidades Turísticas Fiscales y el complejo Punta Mogotes debieron adecuarse a las ordenanzas 20.104 y 25.845, que exigen señalización visible, delimitación de sectores para fumadores y recipientes específicos para desechar colillas.
El esquema prevé penalidades del 0,15% al 1,5% del equivalente a 100 salarios mínimos municipales. Tomando como referencia el salario de 18 horas de septiembre ($339.328,21), las multas se ubicarán en la franja de $50.899 a $508.992.
Por el momento, la prohibición solo rige en sectores concesionados y balnearios, aunque el Ejecutivo local evalúa extenderla a todas las playas públicas.
Pese a la decisión política de avanzar con sanciones, persisten dudas sobre el modo en que se controlará el cumplimiento. No se aclaró si habrá inspectores específicos, si se habilitará un canal de denuncias o si los concesionarios deberán intervenir ante una infracción. Tampoco está definido el mecanismo para cobrar las multas a turistas sin domicilio en el partido.
En paralelo, la costa ya exhibe cartelería que distingue áreas libres de tabaco y zonas habilitadas para fumadores. Esa señalización funcionará como referencia para los controles del verano.
Las autoridades remarcan que las colillas son uno de los residuos más frecuentes en las playas bonaerenses y una de las principales fuentes de contaminación costera. Estudios científicos advierten que un solo filtro puede afectar grandes volúmenes de agua y demorar más de un año en degradarse.
Mientras Mar del Plata ingresa a una etapa de sanciones económicas, en Necochea no hay un proyecto oficial, ordenanza en tratamiento ni anuncios públicos que indiquen un avance hacia un modelo de playas sin humo. Nuestro distrito carece de campañas de concientización sobre el daño ambiental que producen las colillas, y nisiquiera tiene aceitado un sistema de colilleros o espacios para desecharlas.
La comparación deja en evidencia dos escenarios distintos en la costa bonaerense: uno que apuesta por endurecer reglas para ordenar el uso del espacio público y otro que aún no inicia el debate.