
Durante la reunión, los comerciantes manifestaron su apoyo a la iniciativa, resaltando los "beneficios potenciales en inversión, desarrollo y turismo" que la venta podría generar para el partido de Necochea. Coincidieron en que el complejo no puede permanecer en el estado actual, marcado por deterioro estructural y falta de uso eficiente.
Sin embargo, los participantes realizaron un análisis del valor de venta establecido como base para la subasta, señalando que, según sus cálculos, se encuentra por encima de los precios del mercado inmobiliario local.
El diálogo permitió, además, abordar aspectos técnicos del proyecto, como las condiciones de la subasta, los plazos de pago, y las oportunidades que se abrirían para nuevos inversores, tanto locales como de otras regiones.
La reunión dejó en evidencia que, si bien existe consenso sobre la necesidad de vender el inmueble entre las partes, el debate sobre su precio y las condiciones de la operación sigue vigente.