Más de cincuenta personas participaron este martes 2 de diciembre de la jornada “¿Qué sabemos de la violencia machista? La experiencia en la escucha de la Línea 144”, realizada en el salón del Banco Credicoop y organizada por la Comisión de Género, Diversidad y Salud Mental del Colegio de Psicólogas y Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito IX.

El encuentro estuvo encabezado por Leticia Locio, directora provincial de Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Género, Martina Latrubesse, directora de la Línea 144 y Belén Arano, coordinadora de la Línea. Participaron profesionales de la salud mental, docentes, referentes feministas, organizaciones sociales, referentes culturales, prensa, movimientos comunitarios y actores institucionales, entre ellos el fiscal especializado en violencia de género Marcos Bendersky y su equipo.

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Violencias más severas y un fenómeno que se vuelve más joven

La exposición abrió con un diagnóstico contundente sobre el estado actual de las violencias: ataques más graves, ciclos más cortos y mayor incidencia en personas jóvenes.

“Los ataques son más crueles y las víctimas más jóvenes”, señaló Locio al analizar las comunicaciones recibidas por la Línea 144 y los registros provinciales del último año.

La funcionaria explicó que el servicio atiende llamadas a partir de los 16 años —por normativa legal— y que el crecimiento de consultas en ese rango etario revela cambios significativos en cómo se manifiestan las violencias hoy: más intensidad, situaciones más extremas y contextos de mayor vulnerabilidad.

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Crueldad, velocidad y desigualdad estructural

Durante el encuentro se planteó que los episodios agudos son cada vez más severos y los ciclos de la violencia se aceleran, dejando a las víctimas con menos recursos para pedir ayuda.

Locio remarcó que estas tendencias no pueden comprenderse sin mirar los factores estructurales:

“La violencia machista no distingue territorio ni clase social. No es un problema privado ni individual: es una problemática política y estructural.”

También se analizó cómo el capitalismo global y los entornos precarizados debilitan las redes comunitarias, aumentando la soledad, la dependencia económica y el aislamiento, especialmente en juventudes y diversidades.

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Interseccionalidad, masculinidades y poder

A lo largo del conversatorio se trabajaron conceptos clave para leer las violencias desde un enfoque feminista e integral:

• desigualdad de género como matriz central;

• interseccionalidad para comprender combinaciones de opresiones;

• la persistencia del modelo de masculinidad hegemónica;

• el impacto diferencial en femineidades y diversidades;

• la importancia de la lectura territorial y comunitaria.

Se enfatizó que la violencia machista se sostiene sobre relaciones de poder y desigualdades históricas, y que hoy se expresa en formas que involucran crueldad física, psicológica, digital y simbólica.

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La Línea 144: política pública esencial y en expansión

La directora del servicio provincial, Martina Latrubesse, presentó el funcionamiento actual de la Línea 144, que cumple diez años como política pública ininterrumpida.

“La Línea 144 trabaja las 24 horas, los 365 días del año, con equipos interdisciplinarios que realizan entrevistas sin tiempo fijo, adaptadas a cada situación”, explicó.

El servicio integra psicólogas, trabajadoras sociales, abogadas, sociólogas y profesionales de otras áreas. La atención incluye una primera escucha y una “segunda escucha” orientada a pensar estrategias más profundas y articulaciones territoriales.

Latrubesse subrayó que las comunicaciones no se limitan a la violencia directa, sino que muchas veces incluyen problemáticas asociadas:

“Se escuchan preocupaciones por salud, cuidados, vivienda, economía y situaciones de angustia. Todo eso también forma parte del contexto de la violencia.”

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Provincia: dispositivos, programas y políticas en marcha

Se presentaron los dispositivos actuales que sostiene la Provincia de Buenos Aires:

• cerca de 70 espacios de alojamiento para personas en situación de violencia;

• una Dirección de Casos Críticos y Alto Riesgo;

• programas de acompañamiento a familiares de víctimas de femicidios;

• una nueva política que otorgará transferencias mensuales a personas que atraviesan violencias;

• equipos de intervención territorial y articulación permanente con municipios.

También se remarcó que Buenos Aires mantiene el único Ministerio de Mujeres y Diversidad del país, lo que permite sostener políticas de prevención y acompañamiento con continuidad y estructura.

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Necochea: urgencia local y dos femicidios recientes

Las funcionarias destacaron la importancia de realizar estos encuentros en Necochea, un distrito atravesado por dos femicidios en menos de un año. La información, la escucha y las estrategias comunitarias fueron señaladas como herramientas centrales para el abordaje territorial.

“La articulación local es clave. Cada comunicación supone un contacto posterior con áreas de género, comisarías de la mujer o justicia”, expresaron.

A la vez, se subrayó la necesidad de fortalecer los equipos municipales con más recursos y más personal, para garantizar respuestas integrales y sostenidas.

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Una jornada construida desde lo colectivo

En el auditorio participaron psicólogas y psicólogos del Colegio profesional, docentes, trabajadoras estatales, organizaciones feministas, movimientos sociales, colectivas culturales, equipos judiciales y comunidad en general.

El formato de conversatorio-taller permitió preguntas, intervenciones y una reflexión profunda sobre prevención, masculinidades, redes, obstáculos institucionales y el rol del Estado.

El cierre dejó una idea central:

“La salida de la violencia no es individual. Es comunitaria, colectiva y requiere políticas públicas sostenidas.”