El Tribunal Oral en lo Criminal N.º 1 de Necochea llevó adelante la audiencia preliminar al juicio oral por el femicidio de Magalí Vera, una instancia clave del proceso judicial en la que se definió qué pruebas serán incorporadas al debate, sin que aún se produzca la prueba propiamente dicha.

La audiencia se desarrolló de manera virtual y contó con la participación de los abogados de las partes y de los integrantes del tribunal. El imputado Javier Cerfoglio, único acusado por el crimen, decidió no participar de la audiencia, una posibilidad prevista por la normativa procesal.

En diálogo exclusivo con NdeN, el fiscal Marcos Bendersky, titular de la UFI N.º 10 especializada en violencia de género, explicó el alcance de la instancia preliminar:

“Es la audiencia preliminar al debate. El objetivo es que la Fiscalía muestre las pruebas de las cuales se va a valer en el juicio. En esta etapa no se produce la prueba, solamente se dice qué prueba tienen las partes”, señaló.

Durante la audiencia, la Fiscalía expuso la totalidad del material probatorio con el que llegará al juicio oral. Según confirmó el propio Bendersky, no hubo oposiciones por parte de la defensa a las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público Fiscal.

“El defensor no tuvo ninguna oposición a la prueba de la Fiscalía. Y yo tampoco tuve oposiciones a la prueba de la defensa, que eran únicamente declaraciones testimoniales que se van a ventilar en el debate”, explicó.

En esta instancia también se estableció qué documentación y actuaciones ingresarán por lectura, una modalidad habitual en causas de gran volumen, y cuáles serán las pruebas que deberán producirse de manera oral durante el debate.

Un juicio con alrededor de 65 testigos

Uno de los datos centrales que dejó la audiencia preliminar es la magnitud del juicio oral que se avecina. De acuerdo a lo informado por la Fiscalía, hay alrededor de 65 testigos ofrecidos para declarar durante el debate.

“Son cerca de 65 testigos. Hay muchos peritos, un testigo que ve la golpiza y es quien llama al 911, están los peritos de las distintas disciplinas, los policías que intervinieron en el hecho, en allanamientos y otras diligencias, y los familiares. Es una causa larga”, detalló el fiscal.

Bendersky explicó además que, como ocurre en este tipo de procesos complejos, no todos los testigos necesariamente declararán en forma oral, ya que algunas pruebas pueden incorporarse mediante lectura o estipulaciones entre las partes, acuerdos procesales que el tribunal da por probados.

Pedido para ampliar las jornadas del debate

El juicio oral fue fijado inicialmente para los días 18 y 19 de marzo de 2026, pero la Fiscalía advirtió que dos jornadas resultarían insuficientes para la producción de prueba prevista.

“Yo pedí que no sean solo dos jornadas. Adelanté que van a tener que ser por lo menos cuatro jornadas de producción de prueba”, sostuvo Bendersky.

El planteo quedó incorporado al expediente y será evaluado por el tribunal, que no descarta que el juicio se extienda más allá de las fechas originalmente previstas.

La acusación y el contexto del femicidio

Javier Cerfoglio está imputado por el delito de “homicidio cuádruplemente agravado por el vínculo, el ensañamiento, la alevosía y en un contexto de violencia de género”, una calificación legal que prevé pena de prisión perpetua en caso de condena.

De acuerdo a la investigación, el femicidio ocurrió durante la madrugada del 1.º de diciembre de 2024, luego de una fuerte discusión entre la pareja tras asistir a un casamiento en un local ubicado sobre la Ruta 86. Magalí Vera fue hallada sin vida en las aguas del río Quequén, en cercanías del complejo Necopesca, mientras que el automóvil Honda Fit del imputado fue encontrado flotando frente a la Terminal de Ómnibus.

Durante el juicio oral se reconstruirán los hechos ocurridos entre las 3 y las 6.30 de la madrugada, y se espera que, a partir de las declaraciones testimoniales y las pericias incorporadas, surjan nuevos elementos sobre lo sucedido.

El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 1 de Necochea, presidido por la jueza Luciana Irigoyen Testa, junto a Ernesto Juliano y Mariana Giménez, y marcará la instancia central para determinar la responsabilidad penal del único imputado en el femicidio de Magalí Vera.