jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº2762

Sociedad | 21 feb 2020

Derechos Humanos

Mónica Comaschi: “Giglio plantó pruebas e inventó un accidente”

La madre de Saúl Canessa habló en exclusiva con NdeN y se refirió al nombramiento del ex comisario como Coordinador de Políticas de Seguridad de la Municipalidad. Cuestionó a Rojas por la medida, recordó las irregularidades del juicio y reconoció el apoyo de algunos políticos locales durante estos años.


La vuelta a la democracia no garantizó que los derechos humanos se respeten en su plenitud. Necochea tiene el triste antecedente de ser uno de los primeros distritos, desde 1983, en sufrir la “maldita” policía, esa que irá haciéndose conocida por homicidios, casos de gatillo fácil y un sinnúmero de actos delictivos que atentaron contra la población, esa que se presumía defender.

El crimen de Saúl Canessa recorrió todos los medios del país y quedó “marcado a fuego” en la memoria de la ciudad. Semanas atrás, trascendió que Héctor Giglio, excomisario denunciado e implicado en la muerte del joven ajedrecista, pasará a ocupar un cargo en la Municipalidad, más precisamente el de coordinador de Políticas de Seguridad.

Mónica Comaschi, la madre de Saúl, accedió a una entrevista exclusiva con NdeN, donde recuperó la historia de su hijo y apuntó a Giglio como uno de los encargados en entorpecer la investigación y el juicio realizado décadas atrás.

“Saúl tenía 23 años, su hobby era el ajedrez. Fue campeón y jugaba desde que tenía 3 años. Fue algo que llevaba en el alma. Trabajaba en una empresa de cobranza de electrodomésticos. Era un gran amigo, una persona noble. Hoy me encuentro con gente que no sabe que soy la madre y me habla de mi hijo”, rememora Mónica que se detiene un instante cada vez que se refiere a Saúl en términos presentes; “cuesta hablar en pasado”, aclara.

Volver a discutir el rol de los responsables de la muerte de su hijo no es un trago fácil de digerir pero la entereza no es algo que le falte para afrontar las adversidades, y más si se trata de una que sigue persiguiéndola 28 años.

Después de recordar a Saúl, vuelve al presente y el problema de afrontar que los victimarios se reciclen en cargos políticos: “Hoy me toca llevar su voz a lo más lejos que pude llegar que fue la comisión interamericana porque fue un delito de lesa humanidad; tortura seguida de muerte. Murió custodiado por quienes debían cuidarlo en la comisaría primera de Necochea. Giglio era oficial en ese momento. El rol de Giglio fue entorpecer la causa. Él era muy amigo de la jueza Marta Raggio, de hecho la comisaría se comunica por una puerta interna al Juzgado. Acá el tema es que había una convivencia entre la policía y la Justicia”.

La semana pasada, la "Comisión por la Memoria Militante Necochea" se presentó en el Concejo Deliberante y rememoró que la jueza Marta Alicia Raggio, a cargo de la causa, terminó siendo investigada por la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires por una serie de irregularidades.

Comaschi sigue apuntando al flamante coordinador de Políticas de Seguridad de la Municipalidad: “Llega un momento que es tan grande la corrupción que no sabes en quien confiar. Giglio plantó pruebas e inventaron un accidente. Eso se desbarata cuando yo muestro que si tenés un accidente te tienen que llevar al hospital y no detenido sin pasar por el sistema registral, ni tampoco se entiende la demora. Giglio no debería ocupar ningún cargo público. El ya intentó asumir un cargo en el mandato del Antonio Britos que era comisario. Lleve pruebas de que Giglio tenía antecedentes en la muerte de mi hijo, porque él estuvo imputado, procesado y quedó en libertad, no por inocente, sino porque prescribe la acción penal”.

Cosmachi criticó al “intendente Arturo Rojas”, quien “lo está poniendo en un lugar muy sensible, de coordinador de seguridad”. “Qué seguridad puede dar una persona que estuvo involucrada en un crimen”, se pregunta. “Nunca fue una personal inofensiva”, se responde a sí misma.

“Una sociedad cerrada”

Detrás de la violación a los derechos humanos también se encuentra una sociedad que, por acción u omisión, permite que tamaño flagelo se desenvuelva con el pasó de los años.

Para Cosmachi el contexto que rodeó el crimen no es asarozo. “La sociedad necochense, sin caer en un reflexión común ni peyorativa, es una sociedad cerrada, solo mira su ombligo, si no le pasa a cada uno no le importa. O quizás sí le importa, pero desde la mesa de su casa, mirando por televisión el afuera como si la vida del otro no fuera también la suya, porque Saúl somos todos. Necochea es una ciudad con gente, no sé si temerosa, pero con gente fría”, asevera.

 “Soy la madre de todos los hijos de todas las madres, no es solo mi hijo, también llevó la voz de todas las madres pero igual siguió sucediendo y seguirá sucediendo”, se lamenta Cosmachi.

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