Por: Eugenia Ferrario

ESTAMOS DE PARO, ESTAMOS HACIENDO UN PARO,  sucede, está sucediendo, es inminente o ya pasó (según cuando leas esto). “Nuestro día”  es/era el 8 de marzo pero desde hace años ya  éste “nuestro día” lo hemos transformado en un día de lucha. Nosotras y Nosotres a través de nuestra fuerza de trabajo mal paga y no paga en nuestra triple jornada laboral (dos para afuera de casa, una adentro de casa) HACEMOS GIRAR EL MUNDO Y “NUESTRO DIA” LO PARAMOS, VAMOS A LA HUELGA. Este año y por las cosas del calendario el 8M es domingo y nosotras PARAMOS  el 9M lunes porque queremos que sea PARO, y para que sea paro tiene que ser día laboral (explicación para varios sujetos preocupados por el uso que hacemos de las fechas las feministas de éste país y el mundo)  Digo también que “nuestro día”, que puse entre comillas para señalar el antes  día de las flores y los regalitos de catálogos de cosméticos y publicidades de mujeres soñadoras e ilusas, para muchas ha dejado de ser “nuestro día” lavadito, el día que hemos sabido crear, tramar y mover,  el ahora sí NUESTRO DÍA es de LUCHA y  éste año va a ser lunes porque deseamos profundamente parar la rueda, que se note, que se sienta, que el acatamiento a la medida de fuerza sea un dato a relevar, que sepan , nuestros compañeros, nuestros estudiantes, nuestras compañeras que aún no la ven que NOSOTRAS Y NOSOTRES PARAMOS porque así no se puede más, porque la violencia a la que somos sometidas las identidades feminizadas NO SE BANCA MÁS, porque el “machismovirus” nos mata a una/une cada 23 hs en Argentina, más muertas que días tiene éste año 2020. 

Nosotras y nosotres paramos en medio de una profunda crisis económica donde el macrismo y todo su neoliberalismo nos terminaron de someter gracias a condiciones estructurales que lo permitieron, crisis de la cual las mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries  pagamos los costos más altos y de las formas más horrendas porque la deuda externa injusta y la voluntad de pagar esa deuda al FMI y a sus aliados, más un cierre de paritarias  a la baja nos pega  a nosotras y nosotres de una forma más feroz convirtiéndose ésto en  una deuda interna que nos excluye a todas y más a las y les  precarizadas/es. La deuda es con nosotras y nosotres.

En este contexto el Gobierno de  Fernández-Fernández recoge el guante de la masividad de las luchas de los movimientos feministas y de las organizaciones sociales e impulsa una agenda que incluye ministerios, lenguaje inclusivo, aplicación de la ley Micaela y anuncios del tratamiento de una ley de  Interrupción Voluntaria del Embarazo. Se hace eco o cargo de la masividad de las olas, de las mareas, de los feminismos y es histórico, pero ésta historia feminista es de calles, es de piquetes, de feminismos solapa y menos solapa en la escuelas, en las universidades, en los sindicatos, en el centro de salud y en las casas, es de espacios de mujeres que después entendimos que eran espacios de género porque estábamos tramando no sólo entre mujeres sino con otras identidades, porque tramamos con las lesbianas, con les trans, con las travestis y con les no binaries. Está historia es nuestra, no de los gobiernos. Queremos leyes y políticas que garanticen derechos pero no nos conformamos con eso.  Hoy PARAMOS y  las feministas que venimos de organizaciones anticapitalistas sabemos sobre las vinculaciones entre las violencias machistas y el capitalismo extractivista, colonialista y racista que lo permite y potencia. Sabemos que éstos problemas de hoy, éstas muertes de hoy, estos sometimientos de siempre se acaban  con nuevas salidas, con salidas lejanas a las recetas del “capitalismo bueno”. Sabemos que al patriarcado y al capitalismo lo tenemos que tirar,  sabemos que la salida es colectiva, cuidada, amorosa, comunitaria  y hacia nuevas mundas,  mundas que estamos a(r)mando donde valga la pena vivir , donde el “buen vivir” sea.