

¿Bajar los sueldos o bajar las ganancias? pareciera ser una de las disyuntivas que empieza a construirse en el marco de la crisis originada por el "coronavirus" y que ha vaciado las arcas del Estado, sea en el plano nacional, provincial o municipal.
La baja de los salarios pareciera ser lo que más a mano tienen los gobernantes de turno, de hecho se ha venido haciendo desde hace años si se tiene en cuenta que en la batalla contra la inflación siempre perdió el bolsillo.
Algunos intendentes del conurbano ya anunciaron la baja de salarios de la planta de trabajadores, sin hacer mención a la planta política que percibe ingresos muy por encima de lo que cobra un municipal promedio. Algunos, entre ellos el intendente Arturo Rojas, evalúan lanzar "cuasimonedas" para pagar salarios.
¿Fundamentos para tal medida? Los vecinos han dejado de pagar las tasas, priorizando la comida y lso recursos básicos que garanticen la supervivencia a la pandemia y la "cuarentena obligatoria". De hecho se estima que tal recaudación caerá un 50%. Si tal tendencia llega a la ciudad, la cobrabilidad municipal (que se encuentra en el 50%) quedará en un 25%, sin poner en consideración los efectos de incobrabilidad que pueda generar el aumento del más del 150% de las tasas municipales aprobado hace semanas atrás.
No son los únicos que plantean reducir salarios o puestos de trabajo. Paolo Rocca de Techint despidió casi 1500 operarios, iniciativa congelada por la intervención del Ministerio de Trabajo. En Necochea, y pese al decreto nacional que prohíbe despidos y suspensiones, la empresa "Combustibles Quequén" definió dejar de pagarle, durante 75 días, el salario a 31 trabajadores que brindan servicios en distintas estaciones de servicio de la ciudad y la región.
La alternativa que empieza a madurar es clara; que los sectores populares, una vez más, pongan la otra mejilla del golpe y que los sectores concentrados de la economía y con mayor nivel de ganancias vuelvan a salir inmutables ante el desbarranco de la economía. En el caso argentino, economistas de distintas visiones ideológicas analizan una caída de entre el 5% y el 15% solo para este año.
¿Qué pasa en Necochea? Los primeros cruces telefónicos entre los sindicatos municipales y de la Salud con funcionarios municipales pusieron en riesgo el cobro en tiempo y forma; nada nuevo por estas tierras. Ahora bien, ya empieza a verse la imposibilidad de pagar las guardias y hasta las horas extras, no como problema coyuntural sino ya crónico.
Los avances empresariales para disponer suspensiones fuera de toda norma legal, y la imposibilidad de la Municipalidad de pagar sueldos el próximo mes empieza a conformar un escenario poco auspicioso para una ciudad que viene golpeada desde hace años.
Casi todo en la ciudad se paralizó, menos la actividad portuaria, cuestión que quedó evidenciada en la disputa que hubo luego de que el titular de Sanidad del Puerto, Maximiliano Delfino, se negara a flexibilizar los controles de las embarcaciones. Pandemia, crisis económica, tiempos de bonanza, inundaciones, cambios de gobierno, llueva o truene, las acopiadoras locales siempre ganan y desde hace años vienen amasando fortunas sin poner un solo peso en la infraestructura de la ciudad, que en definitiva es la que absorbe la circulación de camiones como pocas ciudades en el país lo hacen.
Es tiempo de hacerse preguntas y buscar respuestas; ¿no será momento de que la plata salga de las ganancias y no del salario? ¿no será momento de reimpulsar la TASA PORTUARIA, y que las grandes empresas, una vez en la vida, le pongan la mejilla a la crisis?