El viernes 17 de abril pasadas las 16 de la tarde en el Barrio 9 de julio en la calle 98 bis, el joven B, salió hacer los mandados para su madre y su otro hermano.
Al regresar con sus compras, según denunció, policías lo siguieron y persiguieron hasta la casa, acusándolo de tener marihuana, hecho que no habría quedado establecido de modo preciso.

Según el relato que hizo la familia a NdeN, el joven desesperado pidió ayuda y corrió hasta su casa, donde ante los gritos salieron su madre M y su hermano Y. “Allí los oficiales se abalanzaron, reteniendo a B más de 5 policías, golpeándolo sin medir palabras”, expresó su mamá. 

La familia así intentó defenderlo pero también sufrieron lesiones, golpes, y hasta los arrastraron hasta el interior de la vivienda, suponen las víctimas, por el gran alboroto de vecinos y vecinas que se formó afuera. Allí siguieron golpeándolos.

Luego de eso, separaron al hermano y la madre de B y los oficiales se quedaron solos adentro de la vivienda sin dejar entrar a los ocupantes. Todo esto sin orden de allanamiento, sin explicarle a la familia qué estaban haciendo.

Cuando se retiraron de la vivienda los uniformados se llevaron detenido a B por “tenencia de estupefacientes” y “violación de la cuarentena” y también  a su hermano por “resistencia a la autoridad”.

Al cabo de 2 horas fueron liberados y acompañados por su mamá regresaron a su casa. Sin embargo, al llegar se dieron cuenta que les faltaba una computadora, la herramienta que la madre de los chicos utiliza para trabajar, ya que es acompañante terapéutica.

“Te dicen que para ir a hacer los mandados sin permiso se puede salir hasta el almacén más cercano, cosa que mi hijo hizo, pero regresando a su casa se vio violentado por las fuerzas de seguridad, sin ningún protocolo de seguridad, lo tocaron, lo violentaron y ni siquiera llevaban puesto barbijo ni nada”, expresó su madre a NdeN con mucha bronca. 

“Además no tenían órden de allanamiento, ¿cómo pueden ingresar a los domicilios y golpearte dentro de tu propiedad privada?”, se preguntó. 

La denuncia de “Corrupción policial” quedó elevada en la UFI N 2 de Necochea y se le asignó a la fiscal a Silvia Gabriele.

El abuso policial en todo el país

Cuando comenzó el aislamiento obligatorio, el gobierno instruyó a las fuerzas de seguridad para la detención de personas que incumplieran la normativa.  Sin embargo no hubo medidas respecto a los casos de violencia institucional. 

A medida que fueron corriendo los días y las detenciones, los organismos de derechos humanos como la CORREPI, y a través de las redes sociales se vieron los diferentes casos de abuso policial por parte de diferentes fuerzas.

Por eso, y tras las denuncias, el Ministerio de Seguridad habilitó la línea abierta 134 para dar cuenta de cualquier hecho de violencia institucional. La provincia de Buenos Aires, por su parte, cuenta con la línea gratuita 0800-999-8358 de la Auditoría General de Asuntos Internos donde también se reciben este tipo de denuncias. 

En Necochea con Luciano Cardoni, Defensoría del Pueblo, al  Telefono 428 051 o al celular 2262 471 154