

El evento realizado en solidaridad al amedrentamiento policial que sufrieron dos lesbianas y una mujer en Necochea, se contagió a cientos de mujeres, a lo largo y ancho del país, sin embargo en nuestra ciudad apenas unas cincuenta mujeres se animaron a sacarse el corpiño.
La convocatoria era en el kabryl a las 16 hs donde un puñado de mujeres y lesbianas se dieron cita en las inmediaciones de dicha playa pública para mostrar su torso libremente y expresar su repudio a la policía de los cuerpos, que actúa con total hipocresía, de forma extremadamente violenta, sea pretendiendo que la policía llevara detenidas a las “acusadas de atentar contra la decencia pública”, como amenazando por redes sociales a las protagonistas del episodio ocurrido semanas atrás.
La teta en su carácter simbólico, se volvió a lo largo de los años una parte del cuerpo de las mujeres a la que debía ser cubierta, aunque hecha la ley y la trampa, un vestido bien escotado sea un objeto codiciado en más de una vidriera.
La teta que amamanta, la teta que te exita, vuelve a ser un arma de doble filo, como parte sexualizada del cuerpo femenino, y como fuente nutricía, parece ser una amenaza al sistema de consumo. Por un lado se mercantiliza, por el otro, se estigmatiza.
Un cuerpo que da leche, un cuerpo que produce fuerza de trabajo, que a la vez puede amamantar a más de un niñx es sin duda substancia revolucionaria. Ahora bien, un cuerpo “femenino” que no se construye para el deseo masculino, es lo que más indigna a los defensores de la heterosexualidad obligatoria, quienes demonizan el cuerpo lesbiano son ellos, pero osan rezar por nuestras almas y pedir la paz mundial, además de mandarnos “a laburar”.
El capitalismo, históricamente recurre a la estrategia de controlar el cuerpo de las mujeres para perpetrar su dominio y existencia, podemos hablar de doble opresión, de clase y de género, invisibilizando el trabajo domestico, junto a las tareas de los cuidados.
Aleksandra Kollontai, teórica feminista de principios siglo, ya nos advertía: “ Estamos acostumbrados a valorar a la mujer, no como una personalidad, con cualidades y defectos individuales, independientes de sus experiencias físicas y emocionales. Para nosotros la mujer no tiene valor más que como accesorio del hombre". He aquí el dilema: la propiedad privada como elemento de dominación masculina. Y peor aún, el machismo internalizado en las propia mentalidad de las mujeres.
Sin embargo, en la tarde de ayer, algunas manifestantes expresaron que “las tetas no son genitales, no son de consumo, no son de nadie más que mías”. Luego de las entrevistas con medios locales y provinciales, el grupo autoconvocado posó para las cámaras espaldas al mar y se dispuso a marchar, de forma inédita por la orilla.
La obscenidad está en la mirada era una de las consignas que se replicaba, pero dio lugar a la inventiva con un cántico nuevo para el repertorio del cancionero feminista: “tu cuerpo tu dominio, sacáte el corpiño”.
La columna de unas treinta y cinco mujeres y lesbianas improvisó otros canticos mientras atravezaba la zona céntrica de balnearios, que se reiteraban ante la mirada paralizada de más de un varón: “ese señor tiene más tetas que yo” y el ya clásico “mujer escucha únete a la lucha”
Excepto por un señor que corrió a taparle los ojos a un niño de unos 10 años de edad, las repercusiones a su paso eran muy buenas, caminantes que aplaudían y se acercaban para hacer algún video que ya estará circulando por redes sociales. Finalmente la tromba del tetazo se aposentó a la altura de calle 77 donde descansaron y celebraron el encuentro con aplausos y besos. Se escuchó en más de una de las concurrentes el deseo: “tendríamos que hacerlo más seguido” demostrando el claro valor y empoderamiento que dejan como saldo positivo sobre los cuerpos, este tipo de acciones.
Repercusiones Nacionales
El tetazo también tuvo eco en Mar del Plata, La Plata, Capital Federal, Córdoba, Rosario, Salta y Mendoza. Si bien en la mayoría de los casos las manifestaciones fuero pacificas. Se registró en Capital a una concurrente subirse a un patrullero y escracharlo con aerosol. Por los demás lugares, podemos decir que hubo una gran convocatoria.
Recordamos que la policía como brazo armado del Estado, lejos de bregar por la seguridad de las mujeres ha hecho uso y abuso de su poder, para reprimir y criminalizar a las identidades no hegemónicas.
En este sentido, la república Argentina es escenario de cientos de femicidios y travesticidios – 1 cada 30 horas según denuncia el colectivo ni una menos- Mientas los casos continúen impunes con complicidad de los efectivos policiales con el sistema judicial, seguirá habiendo sororidad feminista y expresiones en repudio a la impunidad machista y patriarcal.