

El TDAH es un trastorno del neuro-desarrollo que se manifiesta en la niñez, adolescencia y adultez y que se caracteriza por niveles de distracción de moderados a graves, breves periodos de atención, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas: "Hice esta publicación para que las familias que no saben la existencia del TDAH lo sepan y puedan abordarlo", explicó Luciano Badie a NdeN, 24hs despúes de haber expresado en sus redes sociales la situación que como familia se encuentran abordando respecto a su hijo Benjamin.
Sin embargo, agregó que su idea, además de poder visibilizar la situación, es fundamentalmente "convocar a padres que están en la misma situación y poder formar algo a nivel local, una ONG, porque es imprescindible una ley", opinó respecto a la posibilidad de que miles de niños, niñas y jóvenes de nuestra ciudad estén pasando por la misma situación y no pudan tener una contención: "Necesitamos la ley porque hay un montón de pibes desamparados, que no pueden asistir a un profesional, a un médico, un psicólogo, son inestables", agregó.
En una declaración en su Facebook, Luciano detalló las dificultades del síndrome y el empuje de una familia para salir adelante.
Esta es la carta que expresó Luciano:
*Por Luciano Cesar Badie
Si de hacer visible lo invisible se trata, acá estamos. Si reconocer la problemática ayuda y le abre el camino a otros, acá estamos. Si decir “tengo un hijo con TDAH ayuda, acá estamos.
Y acá estamos, escribiendo, sobre todo, para los tantos contactos que uno tiene en esta red social y que no se trata tanto para que les sirva, quizá, de disparador, o simplemente para conocimiento.
El TDAH es el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad que por ahí escuchaste en alguna reunión social. En resumidas palabras el pibe quiere pero no puede…dentro de un aula, en el club o en un cumpleaños. Quiere pero no puede, quiere aprender como su compañerito de banco pero se distrae tanto que no puede, quiere ir a buscar la pelota pero lo hace sin importar todo lo que hay en el camino, quiere ir a buscar las golosinas de la piñata pero para eso pisa 5 cabezas. El pibe quiere pero no puede, es así. Hay algo en su desarrollo madurativo que se lo impide, no regula emociones ni fuerzas, pero es algo que gracias a los médicos especializados se puede tratar.
“Quiero portarme bien pero no puedo”, eso es todo lo que Benja nos decía a moco tendido y mirándonos a la cara. Sí, el pibe tenía 4 años y ya te decía que se quería portar bien, y te lo decía en la cara, como pidiendo ayuda. Con una angustia que lo traspasaba, pedía ayuda. Claro, era el mal de todos los males el pibe. El señalado por los adultos y por sus pares. Ese era mi pibe.
Tenemos idas y vueltas al jardín y al colegio, muchas tenemos. Es que esto de hacer visible lo invisible no es joda, hay que hacerlo, aunque duela. Porque los maestros no saben tampoco, muchos quieren y se esfuerzan, y otros a lo mejor miran para otro lado porque le es más cómodo. Y porque además qué le van a decir mañana a la mamá o al papá de pepito que seguro van a venir a quejarse porque Benja lo molestó otras vez.
Y sí, porque aún hay un gran universo de gente que no sabe que es el TDAH, y por eso hay que hacer visible lo invisible. Hay gente que no va a perder un minuto de su tiempo en googlearlo si quiera, entonces la política deberá dar el paso que falta para hacer ley este tratamiento que es costoso en serio. Porque no solo tenés que cargar con la mochila de afrontarlo como padre, que es lo de menos porque para esto estamos, sino que lo económico también es otra traba muchas veces.
Y en hacer visible lo invisible estamos, de a poco. Como padres acompañamos a Benja, como lo hace cualquiera. Acá no pretendo hablar de nosotros. Lloramos y nos abrazamos mucho con el diagnóstico, pero es algo nuestro, íntimo. Es cierto. Porque se te cae el mundo cuando el médico te diagnostica algo así. Porque te cambia la vida, la rutina, no es joda. El TDAH es cruel, es dañino. Es el “me quiero portar bien pero no puedo” de una criatura que recién ahora parece empezar a despegar a fuerza de tratamientos y medicación. Que busca tejer lazos y amistades permanentemente. Que las necesita. Porque a cada rato tiene que ponerse a prueba, porque se quiere portar bien aunque muchas veces no pueda…