

Fernando Bertelsen es un kinesiólogo necochense de 52 años que, sin interés alguno más que aportar al estado del Casino, se pasó 3 meses de su vida yendo todos los días a limpiar diferentes sectores del casino. Fue en invierno del 2019. Escombros, bolsas de basura, caídas de mampostería, corte de cesped, fueron alguna de las actividades. Un año después, incendio mediante, sostiene que el edificio «se puede salvar... solo se trata de poner manos a la obra».
«Yo me crié en el Casino, como casi todos los necochenses, andando en patineta, me puse de novio ahí a los 12 años", explica a NdeN Fernando como justificando la idea que tuvo y llevó adelante el año pasado. «Tenia un amigo en la parte de seguridad del Casino y empece a ir a tomar mates, ahi en la entrada por la avenida 2 donde esta la sala de juegos». Allí se hizo además conocido del encargado del lugar, le comentó sus recuerdos y directamente pidió si podía ir a limpiar, solo y desinteresadamente: «Al comienzo no quisieron, por miedo a que me pase algo, pero le dije que no iba a tomar riesgos y les conté mi historia, así que me dejaron», relata. «Al otro día empecé a limpar».
Este kinesiologo fue describiendo a NdeN, las distintas partes donde fue juntando basura, limpiando y ordenando. Comenzó por el sauna: «está como si fuese hoy, los calefactores, los carbones estaban todos como si recién se hubiesen colocado, entendiendo que fue en 1973«. Describió el sauna seco y el sauna húmedo, para mujeres y para hombres: «Allí saqué casi 20 tarros de 20 litros de mamposteria y de yeso». Allí también mencionó las puertas blindex. "Los saunas están por los vestuarios, por donde está el tanque de agua grandote, debajo, en el subzuelo, por una escalera de cemento espectacular», recordó.
Luego se dirigió hacia la pileta desde donde, en ese momento, «no se veía ni la barra, de los pastos que había». Allí Fernando cortó el pasto y podó las palmeras «que son peligrosas porque las puntas cortan, son como cuchillos». También sacó el musgo pegado, con manguera y cepillo. «Tiré 20 colchones, ya que habían estado 7 familias viviendo que la policía sacaba constanemente», indicó, sobretodo en la parte del Bowling.
En el sector de la pileta, tal como expresó, baldió, incluso los vestuarios y las duchas: ««Las duchas andan todas, incluso había gente que saltaba el alambrado, gente sin casa y se duchaban ahi, con agua fria».
Luego siguió por el sector del Restaurant : «Limpié todo, ahí donde está la araña de luz más chica, también la cocina, saqué toda la basura» .
Con su amigo personal de seguridad recorrieron todas las instalaciones y alumbraron un poco mas algunos sectores de la Avenida 2. Allí en la famos Boite, el tradicional boliche Fernando juntó todos los vidrio rotos a causa de piedrazos y botellazos: «,Al ver esos vidrios rotos y sin pintar, se piensa que el Casino se cae, pero no es así, las vigas estan hechas por Ingenieros que calcularon una durabilidad de 100 años, un estudio de la Universidad del Sur también demostró que están intactas.
Auditorium
Al llegar, a «la ballena blanca» como se nombraba a dicho teatro en su esplendor, el kinesiólogo encontró escombros caídos, «se cae la mamposteria, el yeso y el durlock, pero no el material de cemento» describió e insistió: «.al verlo de afuera la gente piensa que se cae, pero con inversión de dinero, inclusive hoy a pesar del incendio, se puede recuperar», volvió a mencionar con la esperanza de ser escuchado.
«Me encontré con un auditorium donde habían prendido fuego el escenario, habían hecho un agujero donde ponian alambres y sartenes... las dos primeras filas de las butacas las rompieron todas y las subieron arriba, a la zona de camarines y de maquillaje, para hacer de camas», describió cual detective en aquellos 3 meses del 2019 donde recorrió todo el edificio. Agregó otros movimientos vandálicos enla sala Pullman y respecto a la enorme lámpara de la araña principal del Auditorium. También expresó que están todos los cables pelados y robados y todo graffiteado, cantidad de Botellas de Alcohol, cochecitos de bebe, colchones.
«Era gente sin casa, ocupas, andaban a la noche, al estar oscuro se mandaban... ahí en Auditorium junte todo el despiole de butacas, barrí la alfombra, acomode el Pullman... los sanitarios, griferias estaban todos rotos, pero los placares de los camarines estaban todos sanos». Finalmente, recordó el resto de las 700 butacas aproximadamente y que estaba el telón tirado.
Finalmente, respecto a su trayecto de limpieza y revisión, el hombre de 52 años mencionó el estacionamiento subterráneo, que está debajo de la Boite, más oficinas, y el bowling de 8 canchas de maderas «que están sanas, solamente apedreadas».
Incendio y después
Luego de pasar mayo, junio y julio limpiando los distintos sectores del Casino, Fernando volvió a su rutina de Kinesiólogo. «era momento de vacaciones de invierno, la gente pasaba y me veia limpiando y me queria dar plata para comprar pintura... obviamente no acepte nada ...No me interesa cobrar nada, no lo hice por un Martin Fierro, lo hice por necochense y por gusto», repitió para dejar en claro.
Obviamente, cuando durante la tardecita del sábado a Fernando le mostraron las imágenes del incendio le generaron «mucha rabia, mucha impotencia... lo limpié todo sin representar ningún color politico..no me interesaba para nada!» dijo.
Describió que el fuego seguramente se alimentó de la alfombra, las butacas y la madera, en el auditorium pero «hay que ver cómo está el piso y las estructuras», dijo y mencionó que debajo del Auditorium está el Hall y debajo del mismo hay «una maqueta de cemento grandísima» que es la central eléctrica... allí está la corriente que abastece toda la sala de juegos, si llegaba el fuego ahí explotaba todo el casino, no quedaba nada» advirtió e incluso recordó que por eso enseguida llego la Usina a cortar la luz del lugar.
Salvable
Para este hombre necochense, que vivió en Buenos Aires y en La Plata, que jugó al basquet toda su vida, y que volvió a su ciudad natal, a pesar del incendio que sufrió el casino durante la tarde del sábado, el edificio «todavía es salvable, las vigas están intactas, al igual que el restaurant, la cocina, los departamentos, la parte de la policia, la sala de juegos, la confiteria y las cocheras gigantes, la boite, solo tienen piedrazos los vidrios» dijo y fue tajante: «.El casino no es para demolerlo... tiene que haber un proyecto de algún interesado, un inversor y tiene que haber una reconstrucción, utilizando lo que quedó».
«Siempre digo que putear desde el teclado, todos lo hacemos... hoy todos lloramos esto, pero antes ¿qué paso? Nada. Nadie se quejaba... Hay que hacer» reflexionó finalizando la entrevista con NdeN. «No hay que dejarlo caer mas, y entre los necochenses darles un mensaje a los politicos, generar ideas entre quienes vivimos acá».
A Fernando, además, no le quedan dudas de que el incendio fue intencional, pero además de que se podría haber evitado: «pones una garita, unos buenos reflectores, mayor seguridad, asi no se meten» dijo pero volvió al presente: «ya está, hay que mirar para adelante, generar ideas... No quiero un médano, no quiero torres de edificios que tapen el sol, sino un proyecto mínimo para que continúe el Casino... relevantar el Auditorium, reacondicionar la pileta, la pista de patín, la parte de verde».
«Se puede recuperar entre los necochenses y los turistas, que vuelva a tener el color de las viejas épocas.... se puede hacer algo entre todos... nos tenemos que preguntar ¿qué podes hacer vos? ¿qué ideas tenes vos?», finalizó.
La palabra de un testigo
Antes de iniciar la travesía de limpieza, Fernando consultó a su tocayo, el secretario general del sindicato casinero AMS, Fernando Hansen. Consultado este también por NdeN, expresó: «Es un loco lindo como yo, que se propuso una meta, y desinteresadamente pidió autorización y se puso a trabajar como loco, para recuperar el Auditorium", dijo y agregó que Bertelsen «se merece el mayor de los respetos por lo que hizo, un agradecimiento personal y como vecino de Necochea, por haber sido uno de los que apostó a la recuperación de un emblema, uno de los que creía que era posible... lo hizo sin cobrar, sin interés político, poniendo plata de su bolsillo, siempre pensando en lo mejor para el lugar». Y cerró diciendo: «ojala haya muchos Fernandos en Necochea que permitan cuidar más a nuestra ciudad, quererla y ponerle el pecho y manos a la obra».