Desde la ciudad de La Plata "la negra" cantó en diferentes proyectos, entre ellos, La Delio Valdéz, y luego armó La Walichera. El sábado se presentará en Necochea y como anfitrón estará "Corpiño Quitao".  Sarabia nació en Cipolletti y luego se acercó a la ciudad de las diagonales. Habló con Noticias de Necochea sobre nuestra ciudad y presentó su proyecto.


 -  ¿Ya estuviste en Necochea?  -

He estado en Necochea pero no he tenido tanta presencia, ahora más voy más consciente. Fuimos cuando cantaba en La Delio Valdéz, pero no con La Walichera. Aquella vez fui en invierno, pero sí he ido de vacacones y me encanta. Se ve que es una ciudad que siempre quiere expandirse y va lento ese proceso, pero me da la sensación de que la gente quiere ir despacio, mantener la tranquilidad.

A veces eso me pasa con la música, querer seguir siendo una mensajera, un canal de ciertas experiencias que uno va teniendo como un proceso de concientizacion. Pero uno quiere llegar a más gente tambien, compartirlo. ¿Cuál es el límite de hacer algo bueno, alternativo y de repente ser masivo?
 

-    La cumbia como formato está tomando un protagonismo muy importante en los últimos años, esto se observa sobretodo en La Plata, de donde venís pero en general, ¿podés explicar este proceso?  -

Creo que en un principio, hablando desde mi experiencia, tiene una relación con esto de ir desmitificando, la gente va rompiendo sus propios limites, y se va abriendo...  cuando uno fluye todo se va desencadenando; pero a veces, en pos de poder conservar, lo que hace es cosificar.

Se está visibilizando una pequeña activación desde algunos sectores, desde el periodismo, desde la música, para compartir ciertas experiencias empoderadoras...

 -  ¿La sociedad está más desprejuicidada, digamos? -


Siempre tenemos perjuicios, hasta con las cosas más bobas, esa lucha es constante, es parte del camino que hemos elegido, de esa búsqueda, del intento de ser desprejuiciado. Incluso quienes estamos en experiencias liberadoras como el arte, también estamos con ciertos prejuicios, con resistencia a cambiar, y decimos cosas que no son para nada inocentes.
 
Siento que en términos políticos se han intensificado los polos, pero todos vamos transitando por esa dualidad... y el arte visibiliza eso que está habiendo. Una cierta ruptura a la grieta. Estan todas las posibilidades sobre la mesa, con todo eso, ¿qué hacemos para transformar?

-  ¿Qué se debe esperar la gente que va a ir a ver a la Walichera?  -

La Walichera en vivo es una experiencia artística, no es solo música, tambien es cuerpo. Que se vayan liberados,
va a involucrar todos sus cuerpos... que vayan preparadas a ese encuentro, y a conectarse con la belleza de lo que se pueda generar ahí, y también con ganas de ir a soltar cosas que haya que soltar.

Muchas veces uno va a buscar fuerzas de la unidad, no es solamente mover el cuerpo y liberar, sino también conectar con esa oscuridad que está y mirarla con valentía porque ´te pongo una sonrisa porque me di cuenta que sos una transición´.

Es una banda incomoda, no es cover, tiene muchos temas que no son solo cumbia, mucha fusión en los ritmos, psicodelia, efectos. Mi invitación es que vayan con apertura, para compartir y permitirse una experiencia nueva en los sentidos. Y si tienen alguna cosita para resolver y la quieren llevar para sanar con esa energia colectiva que se genera, ahí estaremos.