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Arte y Cultura | 10 jul 2018

Chucky cumple 30 años y volverá con serie propia

Es, quizá, uno de los iconos del cine de terror más importantes del siglo XX, aunque no todas sus películas fueron populares. Con un balance perfecto entre la crueldad, el humor y la ironía, Chucky siempre será "el muñeco maldito". Se trata del personaje que debutó en cine hace tres décadas y tuvo un rodaje con poco presupuesto pero mucha imaginación, que inició una saga que tendrá una continuación este año con una serie de TV.


A mediados de la década del 80, cuando el género de terror tenía un nicho importante de la audiencia de los cines de los Estados Unidos, el guionista Don Mancini estaba obsesionado con el poder que los avisos de televisión sobre los niños y cómo los urgía a consumir todo lo que veían en pantalla. Con apenas 22 años, conocía bien a la industria porque su padre era publicitario y solía explicarle todos los trucos que se utilizaban a la hora de hacer avisos.

Cuando por casualidad volvió a ver un episodio de la serie The Twilight Zone en la que se hablaba de un ejército de juguetes asesinos, se imaginó el personaje de Chucky. Según confesó en una entrevista de 2017, la inspiración para la fisonomía del muñeco fue la popular franquicia de muñecos llamada Cabbage Patch Kids, que en la Argentina se comercializarían algunos años después como "muñecas pimpollo".

"Quería escribir una sátira oscura sobre cómo el marketing afecta a los niños", aseguró. Durante mucho tiempo el film tenía como título Batteries Not Included -"Baterías no incluidas", una frase que suele aparecer en los comerciales de juguetes- y luego se cambió a Blood Buddy, ya que Chucky se iba a llamar Buddy.

El éxito que nadie se esperaba

Si bien la idea de un juguete diabólico era atractiva, la falta de un elenco de peso y un gran presupuesto hacía pensar que esta pequeña producción sería una cinta más, sin mucho más que aportarle a un género que era medianamente popular, pero que rara vez lograba salir del público de culto y llegar a una vasta audiencia.

Quien tenía más fe en el proyecto era su director, Tom Holland, quien ya había probado ser muy bueno detrás de cámara con Noche de espanto el año anterior pero que aquí consolida su carrera.

Los relatos sobre el rodaje de Chucky: el muñeco diabólico hablan de un equipo con muchos nombres debutantes y llenos de entusiasmo pero conscientes de sus limitaciones. La cinta se rodó en California y casi toda la acción transcurre dentro del departamento en el que viven Andy y Karen, la pareja protagonista, aunque en la ficción todo transcurre en Chicago. Allí se grabaron algunas escenas de exteriores, y allí está el edificio donde todo ocurre y que aparece en el póster de la cinta.

Ningún detalle quedó librado al azar

Quizá por ser la primera experiencia en el cine de varios de los miembros del equipo, la producción fue detallista al extremo, y aún hoy los fanáticos pueden descubrir pequeños guiños y datos de color. Por ejemplo, la cinta debutó en los cines de los Estados Unidos el 9 de noviembre de 1988, la misma fecha que se ve en el calendario en la primera escena, cuando el alma de Charles Lee Ray ingresa al muñeco.

El mismo nombre del villano, Charles Lee Ray, es otro guiño a los espectadores, ya que combina a tres de los mayores criminales estadounidenses del siglo XX, Charles Manson, Lee Harvey Oswald y James Earl Ray.

Sin los efectos especiales que existen en la actualidad, y con un escueto presupuesto de menos de diez millones de dólares, darle vida a un juguete que pudiese asesinar y generar terror era todo un desafío. Lo lograron gracias a la creatividad y el ingenio del equipo técnico. Así, se utilizaron varios muñecos a lo largo del film -volviéndolo cada vez más humano, una decisión que luego no se seguiría en el resto de la saga- y apelando a distintas tecnologías de acuerdo a cada necesidad. De este modo, hubo un Chucky que movía la boca para hablar, otro que podía ser pateado o golpeado, otro que se podía sentar, y un largo etcétera. Asimismo, contaban con diferentes muñecos según su estado de ánimo: enojado, serio, sonriente.

Pero no siempre eran muñecos: en la escena en la que la niñera es perseguida por Chucky por toda la casa, se usó a una niña de verdad vestida como él. Era la hermana menor del actor Alex Vincent, que siempre creyó que estaba jugando. En los créditos del film también aparecen el niño John Franklin y el actor Ed Gale como dobles de Chucky.

La voz del muñeco es la del actor que le da vida al asesino cuya alma queda atrapada en el muñeco, Brad Dourif. Para que su performance sea lo más creíble posible, él estuvo presente en todo el rodaje e interpretó en vivo cada escena fuera de cámara, pero en sincronía con el muñeco, totalmente metido en el personaje. De hecho, luego de filmar los gritos de su muerte, cuando es enterrado vivo, el actor se desmayó.

¿La película está inspirada en hechos reales?

Una leyenda urbana que creció al calor de las redes sociales: Chucky estaría inspirado en un Robert the Doll, un juguete que le regalaron a un niño llamado Robert Eugene Otto en 1906. Fue un obsequio de su niñera y el pequeño pronto se obsesionó con él. Pasaba todo el día hablándole como si fuese su amigo y muchas noches se quedaba en vela dialogando.

Una mañana, todos los cuchillos de la casa aparecieron clavados en la mesa y Robert culpó a su muñeco. Lo mismo sucedió cuando todo el resto de sus juguetes fueron decapitados salvo no. Su familia decidió entonces quitarle el muñeco y lo escondió en un altillo, donde fue encontrado en la década del 70 por una niña cuya familia se había mudado a esa casa. Días después, apareció golpeada y con tajos. Ella aseguró que fue el muñeco quien intentó asesinarla.

Robert the Doll está hoy exhibido en el museo Fort East Martello de Key West, Florida, y algunos aseguran que los teléfonos se traban cuando quieren sacarle fotos. A pesar de esta gran historia, Don Mancini asegura que es totalmente falso que se haya inspirado en ella para Chucky. "Siempre leo esa versión en Internet pero nunca me preguntan a mí si es cierto. Y es absolutamente falso", aseguró hace algunos años en su perfil de Facebook.

En 2019, Chucky regresa con su propia serie y una película

El éxito de Child's Play fue inmediato y llegó a recaudar 40 millones de dólares en los cines de los Estados Unidos y muchos más en el resto del mundo. Además de seis películas a lo largo de 25 años - que presentaron a su novia y a un hijo, por ejemplo- también tuvo su propia historieta, que se editó entre 1990 y 1992.

 Con el correr de la historia, el maléfico muñeco fue acumulando víctimas, pero también encontrando aliados Con el correr de la historia, el maléfico muñeco fue acumulando víctimas, pero también encontrando aliados

En un futuro cercano, el juguete maldito tendrá una nueva vida, gracias a una miniserie de ocho episodios a estrenarse el próximo año y que tomaría elementos de Stranger Things y la remake de IT. Como si ésto fuera poco, el portal Newsweek también anunció que se gestando una película que formará parte del mismo universo.

 

Nota: Edición impresa del diario La Nación

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