El diputado provincial del Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad (FITU) presentó en la Legislatura provincial un pedido de informe respecto al funcionamiento de la empresa de fertilizantes Pier Doce, radicada en el Puerto Quequén.
“Se requiere al Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, en particular al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), en las figuras de su Director Ejecutivo Lic. Juan Ignacio Brardinelli; al Subsecretario de Planificación Ambiental yDesarrollo Sostenible, Luciano Timerman; al Subsecretario de Fiscalización y Evaluación Ambiental, Mariano Barrios y la Subsecretaria de Técnica, Administrativa y Legal,Fernanda Oyola; brinden información de interés referida al ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL DE LA EMPRESA PIER DOCE S.A., ubicada en Puerto Quequén, provinciade Buenos Aires, dado el alto riesgo que esta planta supone para la comunidadnecochense”, sostiene la presentación legislativa.
Entre los fundamentos del proyecto presentado se pone el valor las denuncias realizadas por organizaciones ambientales de la ciudad: “El asentamiento de la terminal de fertilizantes líquidos y sólidos PIER DOCE en Puerto Quequén se autorizó en junio de 2013, cuando durante un acto en el Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, el entonces ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Cristian Breitenstein, firmó junto al empresario Ramiro Fernández Candia una carta de intención en la que se acordaba y autorizaba su instalación. La empresa propuso en su proyecto original el almacenamiento de urea y “UAN”, una solución compuesta por urea, nitrato de amonio y agua. Diversas organizaciones ambientalistas denunciaron que la misma tiene un carácter altamente explosivo, con el calor o en contacto con combustible o una explosión, el agua se evapora y el nitrato de amonio puede explotar”.
En ese sentido, se señaló que “la urea también es un compuesto peligroso y contaminante porque produce óxidonitroso -que produce más efecto invernadero que el dióxido de carbono y es acidificantepara los suelos-, y en caso de liberarse en el río Quequén produciría un aumento en lacantidad de algas y flora que impactaría negativamente en los peces y toda faunaregional que viva allí”.
“Cualquier contacto entre el UAN y el fuel oil derivaría en una explosión cuya magnitud podría ser mucho mayor a la de la planta ubicada en Beirut, que el 4 de agosto provocó un centenar de muertos y más de 5.000 heridos”, concluyó el diputado en los fundamentos que buscan conocer el funcionamiento del establecimiento en el Puerto Quequén.