Distintas voces se alzaron contra el proyecto de explotación petrolera que la empresa estatal noruega “Equinor” pretende desarrollar sobre las costas de Necochea, Mar del Plata y una gran cantidad de distritos costeros.

Una de las principales objeciones apunta a los daños que causa en el ecosistema marítimo, lo cual genera consecuencias directas en actividades económicas como la pesca.

La Asociación de Capitanes de Pesca fue una de las primeras que se mostró alerta ante una iniciativa que pondría en riesgo a la actividad económica que se desarrollana en la región. ‘‘Nos preguntamos en este punto qué pasaría con estas áreas, qué pasaría con el Caladero, cuando está puesto en ellos el interés de la industria del gas, del petróleo o de la minería submarina, y la respuesta lamentablemente no surge del estudio de impacto ambiental bajo análisis’’.

La institución se refirió a los antecedentes de este tipo de actividades en el país, como sucedió años atrás en Santa Cruz: ‘‘Esto ya ha ocurrido en nuestro país con la prospección sísmica llevada adelante en el Golfo San Jorge, sin que los daños medioambientales, económicos y sociales ocasionados hayan sido debidamente previstos y prevenidos”.

La preocupación radica en el desplazamiento temporal de organismos marinos debido ruido, los efectos de la ubicación de la plataforma, que genera desplazamiento temporal o permanente de la vida marina de las áreas próximas, así como el impacto de las operaciones de extracción, con sus consecuentes cambios en los patrones de navegación de los organismos marinos.

En ese sentido, no solo la explotación es cuestionada sino incluso la exploración, ya que estiman que podría producir derrame de químicos y problemas a partir de las ondas utilizadas para el mapeo de las zonas.

Una historia ya conocida

A inicios del 2010 las organizaciones de pescadores de Chubut y Santa Cruz salían al cruce de sus respectivos gobiernos provinciales por haber iniciar en el golfo una campaña de exploración sísmica 2D y 3D. La llegada del buque geofísico de bandera panameña Western Patriot, perteneciente a Western Greco.

En marzo de ese año marineros de Caleta Córdova presentaron una denuncia ante la Justicia Federal por el colapso ambiental de las tareas de exploración. Unos meses después, en agosto, en Caleta Olivia, pescadores artesanales organizados en la defensa del mar y su actividad fueron reprimidos mientras acampaban frente a la sede del gobierno santacruceño

Hacia mediados del mismo mes el INIDEP se manifestó tibiamente sobre la caída de los cardúmenes, reconociendo que había una disminución pero que no tenía manera de comprobar su relación con la actividad sísmica. Las organizaciones de pescadores en cambio no dudaban en asegurar que “la virtual desaparición de la especie merluza acaeció inmediatamente después de las actividades de este buque de prospección petrolera”

"Los efectos devastadores para la economía regional costera y la consiguiente movilización de las familias pescadoras, posibilitaron que para el 2013 la legislatura de Santa Cruz prohibiera las operaciones sísmicas 2D y 3D offshore en la Cuenca del Golfo San Jorge bajo su jurisdicción. Según informó un medio regional, ´con la sanción de esta Ley, además de la prohibición de la exploración sísmica off shore 2D y 3D que supere los 120 decibeles, se señaló que se autorizará ‘exclusivamente la exploración de hidrocarburos por medio de estudios que no afecten la biodiversidad marina, el lecho marino y las actividades pesqueras’, de acuerdo a lo establecido en la Ley Provincial Nº 2658, que rige en materia de Evaluación de Impacto Ambiental", aseguró Víctor Quilaqueo, especialista en la materia e integrante del Observatorio Petrolero Sur.