viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº2763

Sociedad | 14 ago 2021

Excelente idea

Lobería inauguró una Sala Comunitaria de elaboración de alimentos: ¿cómo funciona?

Es un espacio con cocinas, utensillos, heladeras, termoselladora para envasado y etiquetado, que puede utilizar gratuitamente cualquier emprendedor de la ciudad. Durante la pandemia muchas personas se lanzaron a la cocina y desde el municipio se pensó la Sala para garantizar la salubridad. El objetivo, conseguir el sello que permita vender los productos en todo el país, con la etiqueta "Lobería Natural".


El pasado 5 de agosto en el vecino municipio de Lobería se inauguró una Sala Comunitaria de Elaboración de Alimentos. Desde Noticias de Necochea NdeN nos comunicamos con la coordinadora del lugar que comenzó a funcionar para emprendedores y emprendedoras de la vecina ciudad. 

Se trata de María Paz Arrech, licenciada en Ciencias y Tecnologías de los alimentos de la Universidad del Centro de Tandil, quien fue contratada por el área de Desarrollo Social del municipio conducido por Juan José Fioramonti. 

El boom de la venta de cocina en la pandemia

Explicó que la idea de que el propio estado municipal construya una sala comunitaria de elaboración de alimentos surgió a partir del fuerte incremento que se vivió durante la pandemia de venta de comida, asimismo se observó la existencia de personas con emprendimientos gastronómicos que solicitaban ayuda económica para abastecer sus cocinas ya sea con maquinaria o materias primas.

"En general estas personas hacen su actividad en cocinas no habilitadas o no adaptadas bromatológicamente, asi que surge la idea de tener una sala comunitaria de elaboracion de alimentos para que los emprendedores la puedan usar", sintetiza María Paz. Así desde el ejecutivo se proyectó esta sala para ofrecerles a los y las vecinas un espacio fisico con todas las instalaciones y equipos necesarios para que produzcan en condiciones salubres.

Luego de visitar otras experiencias similares en la región, finalmente se eligió así un viejo edificio en deshuso que pertenecía a la comunidad Sirio-Árabe, una inmensa esquina en calles Juan B. Justo y Las Heras. Se limpió y se ordenó para que este la sala lista: un espacio de 180 metros cuadrados.

¿Cómo se garantiza la salubridad?

La licenciada Arrech es ahora la coordinadora de la sala y su rol es el de acompañamiento a los emprendedores "para que se cumplan todas las normas higienico-sanitarias, y que el producto que salga de la sala sea inocuo", explicó. 

Además de un espacio para cocinar, también funciona como espacio educativo, ya que tanto para los que cocinan como para los que visitan pueden aprender allí sobre la elaboración de alimentos e higiene: Allí se toma registro de todo, se hacen controles, libro de buenas prácticas: "Se siguen normas que uno en la casa no las hace porque esta allí", explica. También hay puestos sanitarios, disposicion de equipos, y se siguen normas para que la sala este habilitada municipalmente. 

El objetivo próximo, en ese marco, es poder sacar el RNE, el Resgistro Nacional de Establecimientos y a partir de allí, los productos que se elaboren puedan tener el sello RNPA, el Registro Nacional de Productos Alimenticios. "Esto se hace para que podamos salir de lo que es Lobería, para que se conozcan los productos que se hacen en nuestra ciudad hacia todo el pais, una idea ambiciosa pero que se puede hacer, porque confiamos mucho en lo que se produce acá", reflexionó María Paz. 

¿Apertura?

La sala aún no comenzó a utilizarse pero aseguran que sucederá en las próximas semanas. Además, estará abierta para cualquier emprendedor gastronómico que ya tenga un proyecto en marcha, agrega la coordinadora.

Además, para poder comenzar a usarlo, el producto pensado tiene que ser compatible con la sala, donde mencionaron algunos: panificados, pastas dulces, conservas acidas y semiacidas, bomboneria, alfajrores, barritas de cereal, licores, ensaladas de fruta y vegetales, entre otros. 

Para poder utilizarlo, previamente se hace una reunion con una Junta Evaluadora y despues se dan los turnos, de los que se proyecta dar 2 turnos por día, todos los días "depende del producto y su tiempo de elaboración", explica. "Es un cronograma semanal para que la mayor cantidad de empendedores puedan utilizar la sala pero que esten cómodos".

Una vez anotados, cuando le llega el turno los emprendedores van a la sala, tiene su ropa de trabajo y usar el vestuario para cambiarse y pasan por un primero puesto sanitario. Por un lado primero tiene un ingreso de materia prima, llamado "zona Sucia", allí se lava y acondiciona y se deja en un deposito preparado para esa de materia prima ya lavada. 

Después pasan por otro filtro sanitario antes de ingresar a la "zona de elaboración". Alli se encuentran con todos los productos necesarios para trabajar: balanzas, mezcladoras, batidoras, mini pimer, microondas, utensillos, tablas, bols y también heladeras.

Luego está la "zona caliente",. donde hay un anafé de 6 hornallas, una freidora y un horno pastelero de 12 moldes.  

Después, por separado, se encuentra la zona de Envasado y Eiquetado. "Cuando el producto está terminado va lallí, hay una termoselladora con cote, para empaquetar y envsasar los productos y etiquetarlos", explica Arrech. "Todo lo que salga de la sala va con un sello de "Loberia Natural", un visto bueno para el emprendedor y el consumidor". 

Finalmente se guarda en el depósito del producto terminado: "Los emprendedores llegan con su materia prima y salen con su producto terminado,. no dejan nada ahi".

El peor momento: la limpieza 

Respecto a esta temática, la coordinadora asegura y explica que es tarea del propio emprendedor de dedicar un tiempo a la limpieza de todo el espacio que utilizó, hasta no terminar de limpiar no termina su momento en la Sala Comuniaria. Ya que la cocina es un lugar donde solo ingresan los emprendedores, y tiene que quedar todo listo para el próximo. 

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