viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2756

Política | 22 oct 2021

La causa mueve al sentimiento

Emotivo acto por el día del derecho a la Identidad: "Dejar una huella en la construcción de la memoria colectiva local"

Así fueron algunas de las frases de Manuel Ibáñez, hijo de los desaparecidos de nuestra ciudad Silvia Albores y Roberto Ibáñez. El viernes se inauguró el espacio de las Abuelas de Plaza de Mayo con presencia de funcionarios locales, provinciales y organismos de derechos humanos.


Ayer en una emotiva tarde, se conmemoró en todo el país el Día Nacional del Derecho a la Identidad. Particularmente en Necochea desde el reciente organismo Archivo Municipal de la Memoria se inauguró con un acto el Espacio de las Abuelas de Plaza de Mayo, destinado a homenajear la incansable lucha de estas mujeres por la restitución de sus nietos apropiados durante el genocidio vivido en nuestro país. 

Se contó con la presencia, entre otros funcionarios locales, candidatos y militantes del Frente de Todos, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, organismos de derechos humanos, familiares y sobrevivientes. 

El Espacio contiene cartelería que recorre la historia de la asociación y una escultura con el número 130, la cantidad de nietos que recuperaron su identidad gracias a las Abuelas de Plaza de Mayo hasta este año y que variará a medida que esa cifra siga creciendo. En el lugar, ubicado en instalaciones de la Escuela Municipal de Arte, en la antigua Estación del FFCC Sud, también se inauguró la muestra “Arte y Memoria”. El Archivo fue creado por el Concejo Deliberante mediante la ordenanza 10534/21 en agosto pasado.

En el acto, el Subsecretario de Derechos Humanos, Matías Facundo Moreno, dijo: “Que hoy estemos acá es gracias a la demanda de los organismos de Derechos Humanos pero también a una decisión política, porque podemos reclamar toda la vida pero si no hay un gobierno que escuche y transforme eso en política pública no es posible avanzar”.

“Pero para nosotros también los derechos humanos son los derechos sociales: el derecho al trabajo, a la educación, a la vivienda digna, el derecho a que todos tengamos derecho a desarrollarnos. Por eso el objetivo tiene que ser también construir esos derechos humanos, no solamente porque nos merecemos vivir en una provincia más vivible, sino porque ese era el objetivo de una generación que hoy no está con nosotros pero que sigue insoportablemente viva”, concluyó Moreno. 
Previamente, y como parte de las actividades “Plantamos Memoria. Florece Identidad” llevadas a cabo en la localidad para conmemorar un nuevo aniversario de la fundación de Abuelas, la Subsecretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos participó de la presentación del Archivo Municipal de la Memoria en la comisión de Derechos Humanos del Honorable Concejo Deliberante. 

Funcionarios y militantes de derechos humanos

Además de los mencionados, por la Subsecretaría también participaron el director del Archivo Provincial de la Memoria, Guillermo Clarke; el director de Investigación y Memoria, Víctor Hugo Díaz y el director de Documentación, Esteban Soler, mientras que por el Concejo Deliberante estuvieron su presidente, Hernán Trigo Gutiérrez; el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Ignacio Barrena y la concejala Andrea Cáceres. 

Por el Municipio también participaron el director de Relaciones con la Comunidad y Derechos Humanos, Gerónimo Gallegos, y la directora de Políticas de Género, Noelia Otero. También integrantes de la Comisión por la Memoria Militante, como Lalo De la Llosa, como también Pía Ríos, integrante de H.I.J.O.S y autora de la escultura que homenajea a las Abuelas de Plaza de Mayo y Manuel Leandro Ibañez referente de H.I.J.O.S Necochea y del Archivo Municipal de la Memoria. 

Las palabras de Manuel

Soy Manuel Leandro Ibáñez, hijo de Silvia Beatriz Albores y de Roberto Aníbal Ibáñez, ambos detenidos desaparecidos y asesinados por la dictadura cívico militar y eclesiástica durante el año 1977. También soy el papá de Morena, Josefina y Juan Fermín

Aunque yo no pueda recordar personalmente a mis viejos y durante toda mi vida siga buscando fragmentos de las suyas, conservo recuerdos, anécdotas y objetos que me ayudan a reconstruirlos y me los acercan.

Se de sus gustos, sus sueños, sus pasiones, sus infancias, su militancia en la Juventud Universitaria Peronista, su elección de la carrera de medicina pensando siempre en el otro y en una Patria más justa para todos.

El día del secuestro de mi mamá estábamos en el departamento de sus padres y yo quede en los brazos de mi abuela, de la que también sé, me alimentaba envuelto en ropas de mamá, para que siga sintiendo su perfume y así me sienta más seguro.

Todo esto lo puedo decir porque sé muy bien quien soy, de donde vengo. Porque nunca nadie me arrebato mi identidad.

Muchas veces entre tantas y tantas fantasías y construcciones mentales de que hubiera pasado si tal cosa, si las cosas hubieran pasado distinto, me atreví a pensarme en otro lado, con otra familia que no fuera la mía, otro nombre y apellido, otros valores. Que ese día terrible de mi vida hubiera sido aún peor, que me estén buscando por años y no lo sepa.

Esa realidad, hoy 45 años después, la viven más de 300 hermanos y hermanas que seguimos buscando. Ese número aún continuaría siendo mucho más grande, de no haber existido la lucha y el amor de las Abuelas de Plaza de Mayo por esos nietos, por esos hijos de sus hijos, secuestrados junto a sus padres en algunos casos y en otros tantos nacidos durante su cautiverio en maternidades clandestinas, en las condiciones infrahumanas a las que los sometían sistemáticamente sus verdugos.

Hoy, 22 de octubre, Día Nacional del Derecho a la Identidad, desde éste, mi lugar de trabajador del Archivo Municipal de la Memoria, rindo homenaje y agradecimiento a esa incansable búsqueda y reafirmo el compromiso (que ya asumimos en el mes de marzo), cuando desde este mismo espacio decidimos acompañar y impulsar la consigna del Plantamos Memoria, (aquí enfrente), acompañados por la comunidad de nuestro distrito. Ese compromiso, como decía, se reafirma hoy, con esta continuidad, con este Florecer de Identidad que nace en este nuevo Espacio, para cosechar conciencia, para promover derechos y principalmente para acompañar el camino, que ese faro (las Abuelas) nos señala e ilumina.

También estoy seguro, será lugar de celebraciones, cada vez que logremos añadir un número más a este contador y nos abracemos en ese encuentro, en esa restitución de identidad.

Las políticas públicas de memoria, verdad y justicia, son un deber y una obligación ineludible del Estado, reparan, facilitan la vida democrática, reconstruyen el tejido social dañado por tantos años, velan por el futuro y porvenir de nuestros ciudadanos asegurándose de que la expresión Nunca Más, sea una realidad para nuestras presentes y futuras generaciones. Estas conquistas de derechos y la asunción de estas responsabilidades no fueron cosa fácil, al contrario, muchísimo tiempo y vidas pasaron hasta este hoy, este presente, con un camino largo recorrido y aun con tanto por resolver.

En este sentido, los organismos de Derechos Humanos, fueron los principales artífices de todo (Madres, Abuelas, Familiares, tiempo después, nosotros los Hijos) y a nivel local, hoy me gustaría también reconocer la labor constante, de más de 20 años de la Comisión por la Memoria Militante.

Para ir finalizando, quiero agradecer a Gerónimo Gallegos, a cargo de la Dirección de Relaciónes con la Comunidad y DDHH, que desde que le presenté la idea de un Archivo de la Memoria, (anhelo compartido de muchos de nosotros), escuchó, aceptó y motorizó inmediatamente.

A Sebastian Serqueira, por su compromiso constante con nuestras consignas y por esta hermosa muestra que hoy comparte.

A Pía Rios por su colaboración en el diseño y elaboración del contador y con el archivo.

A la Subsecretaria de DDHH de la Provincia de Bs As y a su Subsecretario Matías Facundo Moreno.

A Guillermo Clarke, Director del Archivo Provincial de la Memoria, a Víctor Hugo Díaz (BETO) Director de Investigación y Memoria y a Esteban Soler, Director de Documentación.

A todos los presentes, y a mis compañeros del Archivo, la tarea más importante en mi deseo de dejar una huella en la construcción de la memoria colectiva local, hoy se cimienta, otros vendrán a continuarla, solo eso espero.

Soy Manuel Leandro Ibáñez, hijo de Silvia Beatriz Albores y de Roberto Aníbal Ibáñez, estudiantes de medicina y militantes de la Juventud Universitaria Peronista, detenidos desaparecidos y asesinados durante la última dictadura cívico militar y eclesiástica. Puedo asegurarlo porque siempre conocí mi origen y mi identidad.

Hoy, más de 300 hermanos y hermanas, desconocen la suya

Hoy, 45 años después, los seguimos buscando, plantando memoria hasta que florezca identidad.

 


 

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