jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº2755

Arte y Cultura | 4 oct 2016

Entrevista a Arturo Serrano: “El poeta detrás de la puerta”

Su experiencia desde hace 12 años realiza un Taller de poesía en el Hospital Neuropsiquiátrico Taraborelli de Necochea. La oscuridad, las redes sociales y la poesía.


Nos encontramos con Arturo en la avenida 10 y la entrada al museo. Lo veo venir rengueando con un pantalón de enfermero color  azulino y una cara de cansado tremenda, al costado traía su bicicleta y un bastón.

Caminamos por el parque, el sol de una tarde fresca de primavera caía por la espalda, le cuento de mis inquietudes sobre el movimiento de poesía que hay y poco se ve en Necochea. Comenzamos a hablar de varios temas a la vez pero siempre poesía nos volvía a abrazar.

Arturo serrano es acompañante terapéutico pero también poeta y desde hace 12 años realiza un Taller de poesía en el Hospital Neuropsiquiátrico Taraborelli de Necochea. “La experiencia de transitar el manicomio no es para cualquiera” me dice ni bien arrancamos a hablar. “En todos estos años hemos intentado coordinarlo con otros compañeros pero lo cierto es que muchos se van cansando, es mucha angustia, dolor e impotencia también la que te atraviesa cuando vez las cosas que pasan ahí adentro”.

“La propuesta es abierta y pública, con la característica de que no es una actividad obligatoria para los pacientes, sino que asisten solo los que elijen hacerlo y a su vez invitamos a poetas, actores, músicos, estudiantes  a que hagan esta experiencia”, agrega.

La charla se interrumpe entre silencios y el sonido de algún auto que cruzamos yendo hacia la Plaza . Arturo, me cuenta algunas anécdotas de pacientes históricos que pasaron también por el taller como jorgito alias el “NN” que falleció hace unos años y el trato deshumanizado que se vive a diario dentro de las instituciones psiquiátricas. También me cuenta sobre otro  paciente con algún tipo de trauma que le imposibilita hablar “que ojo no es mudo, anda saber lo que le pasa, pero el se expresa haciendo uso dibujos muy especiales” y saca de su mochila para mostrarme esos poemas dibujados.

Nos sentamos en un café de la playa, y me regala con su voz un fragmento de “Huellas en la nieve de los ojos” libro publicado  en 2013 en conjunto con Levin Colman. El fragmento reza: “ la poesía escrita es el sismógrafo de la locura: en el corazón de la piedra hay una mariposa oculta”

NdeN:  contanos un poco como fue el armado de este libro en el que dialogan lenguaje palabra e ilustración?

 A- Bueno ante todo este libro lo trabajamos en conjunto a Levin Colmán que es un amigo fotógrafo y artista plástico Alemán y me gusta mucho su estilo de laburo por una forma del trazo que el realiza con una es  de pluma a mano alzada, las imágenes nutrieron a los poemas en buena medida y se retroalimentaron mutuamente.

NdeN: ¿Cuál es para vos  la relación entre la locura y la poesía?

A-     Bueno ante todo yo no soy psicólogo, soy poeta tampoco por eso me considero como alguien que no está loco.  Se trata de una cuestión de comunicación, la poesía misma tiene como esa cualidad de unir cosas de dos mundos  y también podemos tomarlo de una forma bastante humorística, de eso se trata bastante la poesía en mi. Entre nuestras posibilidades del decir, escribir de alguna manera espontánea en donde le podamos ganar a ese miedo a caer en el lado oscuro o el dolor. Para mi hablar de la locura no es necesariamente un alarde a decir soy re loco porque hago poesía, si bien siempre ha estado la pose, una cosa es escribir desde ahí y otra muy distinta es saber realmente lo que es la vida de una persona con padecimiento mental.

NdeN: ¿Como son las dinámicas de tus talleres?

A-     Básicamente lo que hacemos es leer poesía, de autores muy diversos desde gente que puede estar en La Plata, a un clásico como Lorca o Pizzarnik y eso después lo usamos como disparador para escribir nosotros, pero me pasan cosas rarísimas, imaginate que a veces me encuentro con personas participando voluntariamente de un taller literario que no saben leer, y bueno ahí ya hay un desafío, en el que recurrimos a los dibujos a otra forma en la que ellos puedan expresarse.

NdeN: ¿Cuál es la respuesta de los internos ante el taller?

A-     Las situaciones son de lo más diversas, a veces vienen 12 o 15 personas, a veces solo son 2, con los años han ido pasando muchas cosas. Es muy fuerte el abandono de persona que muchas veces se hace de ellos, porque en verdad “los locos” son personas que están ahí tiradas, que no se hace cargo nadie, ni su familia ni nadie pregunta por ellos, son NN, semana a semana se van muriendo y nadie les explica tampoco nada a los otros pacientes, es muy difícil atravesar esas situaciones de mucho dolor e indignación, más que nada ante la sociedad.

NdeN: ¿Cómo vivís vos el hecho de estar haciendo poesía en la radio?

A-     Y el programa es como un ejercicio de auto exigencia al cual mismo yo me induzco para poder organizarme y escribir y llevar un poeta para leer y tener esa actividad, que nunca sabes tampoco bien quien está del otro lado, ósea se que algún sector cercano me escucha pero no se mucho más, viste que tiene esa cosa del anonimato también la radio pero bueno es eso un buen ejercicio y que además me divierte hacerlo

NdeN: ¿Como es ese proceso de ejercitación de la escritura?

A-     La verdad que soy muy caótico, nunca pude hacerme de una rutina para escribir, lo que si me sucede es que tengo a veces dos o tres días una idea en la cabeza y en algún momento me bajo y sale, pero tampoco soy muy de retocar y tachar y esas cosas, creo por sobre todas las cosas en ese momento casi mágico que tiene la escritura que retocarlo sería como dañar la escancia del poema.

NdeN: ¿qué nos podés contar del movimiento de poesía en Necochea?

A-     Y  la verdad que no se si hay en este momento una conexión fuerte entre los poetas locales, o sea hace muchos años atrás me acuerdo de un local que había abierto Leo Labboseta en donde nos encontrábamos con amigos y amigas escritores y sacábamos nuestros cuadernitos y siempre en algún  momento del encuentro, nos leíamos y de esa escucha nos íbamos influenciando y hasta copiando si querés, pero bueno eso se fue pasando y ahora la red de internet vino a sustituir un poco esos encuentros.

NdeN: ¿Cómo te llevas con las redes sociales?

A-     Yo siento que es un cambio positivo que antes no tenía, por ahí en mi adolescencia estaba solo con mis poesías y toda mi angustia y no sabía con quien compartir eso. Ahora a través de fecebook  por ejemplo yo publico un poema y si bien hay gente que le pone me gusta así nomás, sé que hay otras personas queridas que se toman el tiempo y están ahí con una lectura atenta, que siempre viene con alguna devolución.

NdeN: ¿Qué te pasa con esos estereotipos o cliché del poeta?

A-     Y los estereotipos estuvieron siempre, esta esa cosa del poeta maldito, que es bueno esa palabra que carga todo como de una cosa muy oscura, y medio bukoskiano también, como me tome todo esto y mira… la verdad que yo las veces que he estado borracho como un chancho no son las que más prefiero contar; me acuerdo una vez en un recital de poesía en La plata, un amigo de un amigo me viene a hablar y me dice che leí el libro tuyo “ la mirada perdida” es impresionante la verdad lo que escribís, la verdad que es impresionante: vos tendrías que dejar todo y dedicarte a tomar cerveza y escribir (risas) y yo le conteste bueno la verdad que no se puede,  además tengo una hija, es un presupuesto para todo eso, presupuesto, hígado y un cuerpo que lo resista.

NdeN : En tu poesía hay todo el tiempo giros hacia lugares de encuentro con la angustia y el dolor, esto es algo que te moviliza a vos particularmente o como se da ese proceso?

A-    Hablar desde la oscuridad en la poesía, puede ser una pose, pero en mi en particular funciona como una humorada, un chiste, en la mayoría de las cosas que escribo eso se nota, una forma de reírme como sobreviviendo al lado oscuro, o eso es lo que yo creo. Por ejemplo, en el final de la novela escribí “en las teclas del piano, están las huellas digitales de mi asesino”(risas). El poema es también una forma de encontrarse con el otro, es salir del ensimismamiento, para hacer un acto de comunicar algo con eso. No se puede concebir la poesía nombrada de esa manera sin que sea compartida, social.

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