

El hombre se hizo conocido por la elaboración propia de sus productos, y fue así que los propios clientes pasaron de boca en boca la frase: “Voy a lo de Marcenac” o “Los chorizos los compré en lo de Marcenac”.
Pasó una década desde entonces y los hijos de Adrián, llamados Juan y Lucia, se aventuraron en la posibilidad de abrir un nuevo local, que si bien ya está funcionando, invita a la comunidad a un agasajo por la apertura. El mismo está ubicado en calle 50 n° 3346 entre calles 67 y 69.
"¡Festejamos con clientes y amigos el nuevo local! Te invitamos a degustar nuestros productos en la inauguración . Sábado 23 de Julio a partir de las 11 AM hasta las 13 pm", expresaron respecto al local de calle 50.
Respecto a la chacinería y las particularidades del emprendimiento, Juan dijo que “siempre surgió con la óptica de productos siempre de calidad, como forma de representarnos, como valor fundamental y pilar”. Además aseguró que “la mirada puesta siempre en el cliente, escuchándolo, qué es lo que quiere y necesita, y a partir de ahí crear productos que son bastante comunes, pero nos diferencia la calidad y ciertos sabores”, destacó y mencionó los más de 15 sabores de sus hamburguesas congeladas, los productos semielaborados listos para consumir: “En definitiva fue siempre darle al cliente opciones diferentes, cosas nuevas de productos clásicos”.
Como otra parte de lo que se ve en los mostradores reconoció que son 2 los “productos estrella” y que más se venden: las mencionadas hamburguesas y también los chorizos frescos. “Son los que nos identifican”.
Juan obviamente resaltó el desafío que fue abrir un nuevo local, atravesado por la pandemia y por las múltiples circunstancias económicas. “Siempre a base de esfuerzo, trabajo y apoyo de la familia”, resaltando este último como el pilar. Agregó también el trabajo del equipo laboral del negocio, “todas las chicas del grupo de laburo”, las mencionó y sintetizó: “Pudimos atravesarlo y llegar al resultado del local nuevo”.
Finalmente, para hablar del propio estado del negocio cuando alguien ingresa al local, Juan decidió destacar la limpieza y cuidado. “Es una expresión de lo que somos, insisto con la calidad, el local no parece una carnicería, porque la limpieza es fundamental, el cuidado es muy importante y son las cuestiones que remarcamos”.
Cuando una persona ingrese al local, aseguró, “se va a encontrar con una versión diferente de lo que era una carnicería, somos una chacinería, pero además se trata de un local completamente renovado, luminoso, con la mejor atención y los mejores productos”.
Recordamos también que su padre, Adrián Marcenac junto con su esposa, Mónica Bouyssede , continúan al frente de la atención en su antiguo local de avenida 75 n° 554.