Fue a fines de noviembre cuando la noticia impactó en la ciudad pero que luego se relativizó las consecuencias: Un enorme buque cargado de cereal en Puerto Quequén había colisionado contra la escollera norte al salir del mismo y dirigirse a Mar Argentino. 

Se trataba del  “Tai Knighthood” de bandera liberiana que un mes después fue reparado y siguió su viaje ahora hacia Singapur, con una eslora de 229 y solo dos años de navegación.

El golpe no había sido tan grave como para peligrar su flotación, con lo cual estuvo algunas semanas mar adentro, hasta que el 29 de diciembre fue llevado hacia Puerto Madryn para su reparación completa. Para esto fue llevado por un remolcador. 

El momento del amargo episodio, el barco llevaba una carga de 72 mil toneladas de soja, que tenían como destino China.

El buque fue reparado por una empresa foránea, llamada Raúl Negro, que procedió a la reparación, retirando los paneles afectados y reemplazándolos, con lo que tuvieron que agregar seis chapones de generosas dimensiones y que además fueron fijados al casco con bulones, según describieron fuentes periodísticas locales.

Una vez que las tareas estuvieron terminadas, la Prefectura Naval Argentina realizó los peritajes necesarios por protocolo para autorizar su navegación, lo que finalmente ocurrió este martes, con lo que el buque puso rumbo a su destino final, China.