La inflación se aceleró con fuerza por tercer mes consecutivo. En febrero se ubicó en el 6,6%, el nivel más alto desde agosto del 2022 cuando el IPC trepó hasta el 7% y muy por encima de lo proyectado por el mercado (+6,1%). Además, en un año superó el 100%, por primera vez en más de tres décadas, así lo informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Por otra parte, la inflación acumuló en el primer bimestre del año un alza del 13,1%. 

Los principales rubros que impulsaron el IPC el mes pasado fueron alimentos y bebidas no alcohólicas (9,8%), comunicación -incluye telefonía celular- (7,8%), restaurantes y hoteles -en plena temporada de verano- (7,5%). Entre la comida, la que más se encareció incluye asado (28%), carne picada común (35%), paleta (33%), cuadril (34%), nalga (32%), arroz (14%), huevos (13%), naranja (72%) y batata (13%), según lo relevado en el área metropolitana de Buenos Aires.

El ministro de Economía, Sergio Massa, se había propuesto bajar la inflación al 4% mensual en enero y febrero, pero no lo logró. Por un lado, pese al ajuste fiscal que aplica el jefe del Palacio de Hacienda, todavía el rojo es alto y se financia con emisión monetaria y con deuda doméstica en pesos. Pese a que las altas tasas de interés apuntan a bajar la inflación, en un país con un IPC tan alto tanto los bonos del Tesoro como los del Banco Central prometen tanto rendimiento que termina generándose una bola de pesos. El Central además interviene en el mercado paralelo de cambios comprando títulos con más emisión monetaria. La pérdida de reservas también alienta la inflación. Suben los costos, incluidos el combustible, las tarifas, los salarios -aunque menos que el IPC-, las tasas y el dólar oficial, que rige para la importación. Además hay una inercia de aumento y unas expectativas de alzas futuras, pese a los Precios Justos que limitaron las remarcaciones en las cadenas de supermercados al 4% entre noviembre y febrero y al 3,2% entre marzo y junio. Por último hay valores que venían retrasados el año pasado y tarde o temprano terminan pegando el salto, como fue el caso de la carne.

La pregunta es qué hará de ahora en más el Gobierno para contrarrestar la inflación. Con el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó más ajustes en los subsidios energéticos, la política social y la inversión pública y una “racionalización” de la política cambiara, lo que comenzaría con más dólares especiales para que liquiden ciertos exportadores, como sojeros y bodegueros. Además se espera que el Central decida una nueva suba de tasas.