

Este lunes 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una fecha que busca concientizar sobre el segundo tumor ginecológico más letal entre las mujeres argentinas. El cáncer de ovario es un tumor maligno que puede originarse en los ovarios, trompas de Falopio o peritoneo. El tipo más común de cáncer de ovario es el cáncer epitelial, que representa el 90% de los casos.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, el cáncer de ovario es el octavo cáncer más común en mujeres de todo el mundo y el séptimo más frecuente en Argentina, donde se diagnostican 2.200 nuevos casos por año. Afecta principalmente a mujeres posmenopáusicas de más de 50 años, pero puede aparecer a cualquier edad.
Uno de los mayores desafíos en la lucha contra el cáncer de ovario es la detección temprana, ya que más del 70% de los casos se diagnostican en estadio avanzado. Por esta razón, especialistas recomiendan realizar controles ginecológicos anuales y evaluar la predisposición genética para anticiparlos. Los síntomas de la enfermedad pueden incluir dolor abdominal o pélvico, sangrado vaginal, distensión abdominal, fatiga, diarrea y constipación, entre otros.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación aseguran que es fundamental acudir al centro de salud más cercano para hacerse los controles regularmente si se tienen más de 50 años, antecedentes de cáncer de mama, ovario o colon, distensión o dolor abdominal o pélvico, diarrea o estreñimiento.
Según la Sociedad Americana Contra El Cáncer, entre el 20% y 30% de los casos de cáncer de ovario a nivel mundial se detectan de forma temprana, lo que aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento.
En resumen, el Día Mundial del Cáncer de Ovario es una oportunidad para concientizar sobre este tipo de cáncer y la importancia de la detección temprana. Realizar controles ginecológicos anuales y conocer los factores de riesgo son medidas fundamentales para prevenir y tratar esta enfermedad.