Iván Villarreal, residente de la Laguna Brava en Balcarce, ha sido uno de los participantes en un estudio internacional conocido como Sprintm, que ha revelado la presencia de plaguicidas en muestras biológicas humanas y en el aire. Según los resultados, se ha detectado que Villarreal tiene 7 agrotóxicos en la sangre, 12 en la orina y 6 en la materia fecal. Estos hallazgos han generado preocupación acerca de los posibles efectos de esta combinación de sustancias en el organismo humano.

Villarreal, de 52 años, ha sido un activista ambiental durante mucho tiempo y ha estado involucrado en la protección del entorno de Laguna Brava desde 2004. Junto con otros vecinos, ha trabajado arduamente para proteger el paisaje y la salud humana de la zona. En 2018, lograron que se declarara la zona como Paisaje Protegido, lo que implicaba la implementación de un plan de manejo ambiental.

En el marco de este compromiso con el medio ambiente, Villarreal se ofreció como voluntario para participar en el proyecto Sprint, coordinado por la investigadora del INTA, Virginia Aparicio. En la primavera de 2021, se tomaron muestras de sangre, orina y materia fecal a 73 personas, incluido Villarreal, además de utilizar pulseras para medir la contaminación en el aire.

Los resultados del estudio indicaron que Villarreal presenta la presencia de múltiples plaguicidas en su organismo. En su sangre se detectaron siete plaguicidas, incluyendo bromoxinil, clorpirifos/methyl:TCPy, fenoxicarb, fipronil, pluazifop P, imidacloprid y pirimicarb. En la orina, se encontraron 12 plaguicidas, como glifosato, AMPA, 2,4-D, pirimifos-metil DEAMPY, imidacloprid, Imidacloprid olefin, DCCA-trans, DCCA-cis, DBCA, 3-PBA, TCPy y CIF3CA. En la materia fecal, se detectaron seis plaguicidas, entre ellos glifosato, clorpirifos, deltametrina, fipronil, folpet PHI (Phthalimide, CAS: 85-41-6) y lambda-Cyhalothrin. Las pulseras utilizadas para medir la exposición a plaguicidas en el aire registraron la presencia de 17 sustancias químicas en el caso de Villarreal.

Estos resultados han generado preocupación tanto en Villarreal como en la comunidad en general. Aunque se conocen los efectos individuales de algunos de estos plaguicidas, se desconoce el impacto que puede tener la combinación de estas sustancias en el organismo humano y en el medio ambiente.

El proyecto Sprint, financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea (UE) y en el que también participa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha involucrado a diez países europeos y a Argentina. Los investigadores esperan publicar los resultados completos del estudio en una revista científica próximamente.

La investigadora Violette Geissen, coordinadora general del proyecto Sprint, señala que este estudio surge de años de trabajo y tiene como objetivo mostrar la relación entre el ambiente y la salud humana. A nivel europeo, se observó que una gran parte de las muestras analizadas presentaban combinaciones de plaguicidas, incluyendo algunos que no están aprobados para su uso. La falta de conocimiento sobre los efectos de estas mezclas en la salud ambiental y humana plantea la necesidad de aplicar el principio de precaución y revisar el uso de los plaguicidas antes de su aplicación.

En conclusión, los resultados del estudio Sprint en Balcarce revelan la presencia de múltiples plaguicidas en el organismo de un vecino de la zona. Estos hallazgos generan preocupación sobre los posibles efectos de la combinación de estas sustancias en la salud humana y destacan la necesidad de un mayor conocimiento y precaución en el uso de plaguicidas.

 

Suspensión polémica de estudio sobre agroquímicos en cuerpos argentinos: Repudio y preocupación en la comunidad

 

En 2021,  como describimos al principio de la nota, se inició una investigación internacional para analizar la presencia de agrotóxicos en los organismos de las personas expuestas, y los datos obtenidos han resultado alarmantes. Sin embargo, se dio un giro inesperado cuando el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) suspendió el evento de divulgación de los resultados, generando repudio por parte de organizaciones sociales y científicas.

 

El relevamiento formaba parte del proyecto internacional "Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global (SPRINT)" en el que participaron institutos de investigación de varios países europeos y, como único representante de América, Argentina. El estudio fue coordinado por la ingeniera agrónoma Virginia Aparicio, de la Estación Experimental Agropecuaria Balcarce del INTA, quien ha sido una figura clave en la provisión de datos científicos a comunidades y asambleas sobre los efectos denunciados por los ciudadanos afectados.

Según los datos obtenidos, los participantes argentinos presentaron un preocupante rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre, entre 6 y 13 en orina, y de cero a 18 sustancias en materia fecal. Además, las pulseras utilizadas para medir la exposición a plaguicidas en el aire registraron un rango de 7 a 53 agroquímicos en el ambiente.

La divulgación oficial de los resultados estaba programada para el miércoles 21, pero el jueves 15, menos de una semana antes, la Dra. Aparicio recibió una nota firmada por el Director Nacional del INTA, Carlos Parera, ordenando la suspensión del evento debido a que "algunos procedimientos respecto a los estudios que involucran a personas han excedido la incumbencia institucional". Esta decisión fue considerada por las organizaciones ambientalistas y científicas como un acto de censura.

Iván Villareal, miembro de la Asociación Civil para el Fomento y la Protección del Paisaje Laguna Brava, fue uno de los participantes del estudio y recibió personalmente los resultados. Según Villareal, las muestras de sangre y orina revelaron la presencia de tres agroquímicos que están prohibidos en Argentina, lo que pone en duda la efectividad de las restricciones impuestas por las autoridades.

Las asambleas y organizaciones de pueblos fumigados emitieron un comunicado expresando su preocupación sobre los efectos tóxicos en los cuerpos humanos evaluados en el estudio, que, según ellos, seguramente se replican en todas las personas que viven en regiones afectadas por las fumigaciones. Además, hacen hincapié en los posibles efectos cancerígenos, alteradores hormonales y neurotóxicos de estas sustancias.

El proyecto SPRINT, financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, ha revelado la presencia de numerosos agroquímicos en los cuerpos de las personas, así como en el aire de los pueblos fumigados. A pesar de los argumentos presentados por el INTA para suspender la difusión del informe, el protocolo del muestreo fue revisado y aprobado por el Comité Bioética de Ética de la Investigación del Programa Temático Interdisciplinario en Bioética (PTIB) de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

La suspensión del evento de divulgación ha dejado en la incertidumbre a las comunidades afectadas, que esperaban ansiosamente conocer los resultados para comprender mejor los riesgos para su salud. El silencio del INTA tras la suspensión ha generado más preocupación entre los ciudadanos. El acceso a información transparente y la protección de la salud de la población se convierten ahora en temas cruciales en el debate sobre los agroquímicos y su impacto en Argentina.