

Por: Alberto Esnaola
Comenzó como buen relator de partes médicos luego del accidente en Río Negro de Raúl Alfonsin, y así transitó su primera interna, la diputación provincial era poco para él, pero su padre lo había sido. Opaco y casi inexistente legislador pcial.
Fue socio de De Narváez inaugurando un período negro en la interna partidaria de utilizar las boletas como premio a los dóciles y castigo a los rebeldes así en el devenir de las cosas acepto la representacion del Estado ante el Reino de España, utilizando nuevamente la trayectoria de padre como escudo.
Si su padre había nombrado Embajadores peronistas por qué no iba a aceptar tan magna tarea. Habría que recordarle que ninguno de esos embajadores abdicó de su peronismo para hacer campaña denostando a su partido y acompañando internamente al gobierno radical. Su padre Alfonsin en verdad nombró Embajadores que representaban los intereses de nuestra Nación y no su gobierno.
Desde hace tres años “Ricardito” no solo legitima enarbolando un falso progresismo al gobierno actual, sino que ademas les hace bien los deberes denostando a la Comité Provincia UCR Buenos Aires, cada vez que puede. Tiene todo su derecho a discutir y no estar de acuerdo pero es impropio desconocer los órganos partidarios que en su momento “utilizó y forzó a pronunciarse a su favor” para consolidar una candidatura, cuando estos no opinan como a usted le parece que debieran hacerlo.
Como hombre del Gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, hágase cargo de estos cuatro años y deje que nosotros los radicales, como hicimos hasta 1994 cuando todavía usted no militaba, defendamos nuestra historia y nuestro patrimonio político junto a la memoria de su Padre.