

Migueles, quien previamente había ganado la interna frente a figuras como Eugenia Vallota y Damián Unibaso, apostó fuertemente en las PASO, invirtiendo millones en una amplia gama de recursos publicitarios, desde spots hasta carteles en la ruta y banderas. Sin embargo, los resultados no cumplieron con sus expectativas, dejando a Juntos por el Cambio con su peor desempeño en una década.
El candidato se sintió especialmente golpeado al ver cómo un oponente sin grandes recursos, Nosek, le arrebató miles de votos, sumado a que frente al intendente Rojas, muy lejos quedó.
Para la campaña actual, Migueles ha optado por un enfoque diferente, declarando que no saturará la ciudad con carteles costosos y, en cambio, destinará fondos a entidades de bien público. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Política de campaña o simplemente humo?
(Su cartel en la RUTA2, único candidato que lo tuvo)
Lo más llamativo de su estrategia actual es su constante ataque a la prensa local. Migueles ha expresado su reproche a los contratos publicitarios de los medios locales y pareciera que desea que los periodistas trabajen de forma gratuita criticando el gasto del intendente en medios de comunicación para difundir actos de gobierno y noticias de interés público.
En un reciente debate, acusó a los periodistas de estar bajo la influencia de su oponente, el intendente Rojas, insinuando que recibían pagos por difamarlo.
Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es la siguiente: Migueles también utilizó los medios de comunicación durante las PASO ¿ por qué ahora critica lo que ya hizo? ¿ Será porque sabe que no será intendente y que Nosek lo desplazó como principal fuerza opositora?
La pauta publicitaria oficial, como se ha explicado, es una parte integral de la comunicación gubernamental, y los montos distribuidos a la prensa local son de conocimiento público. Además, en el contexto electoral, cada candidato debe financiar su campaña con fondos propios o recurrir a los recursos designados por la Cámara Electoral o a su propio partido.
Además de estas controversias, es importante señalar que Migueles ha demostrado una tendencia a la confrontación en los debates. Cuando se le preguntó sobre su participación en la tala de árboles en el Parque Miguel Lillo durante su gestión en el Club Necochea Rugby, en lugar de aclarar las dudas, optó por atacar al intendente y desviar la atención hacia los periodistas.
Como abogado, Migueles ha planteado la idea, pareciera, de que los periodistas deberían trabajar de forma gratuita, pero la pregunta que surge es: ¿Él mismo atiende casos legales sin costo alguno? Si tanto le preocupa la veracidad de sus afirmaciones, ¿por qué no se ofrece a comprobar sus acusaciones de forma transparente?
En definitiva, la campaña de Martín Migueles se encuentra en medio de una nebulosa de declaraciones controvertidas y estrategias cuestionables.