En medio de una preocupante ola de delitos, un vecino de Necochea vivió momentos de angustia al descubrir que su camioneta había sido sustraída mientras se encontraba estacionada en la intersección de la avenida 75 y la calle 36. El propietario, un mecánico local, dejó su vehículo estacionado en ese lugar durante la noche del miércoles, solo para encontrarse con la desagradable sorpresa al regresar.

La búsqueda de la camioneta finalmente concluyó al día siguiente, cuando fue encontrada abandonada en una zona del Parque Miguel Lillo, cerca del antiguo molino eólico. Sin embargo, la situación empeoró al descubrir que el vehículo había sido despojado: le faltaban las cuatro llantas y neumáticos nuevos, la batería, así como algunos objetos valiosos del interior, incluido un costoso repuesto que el propietario planeaba instalar en su vehículo.

Con la denuncia correspondiente presentada, las autoridades han iniciado una investigación para identificar a los responsables de este acto delictivo. Mientras tanto, el propietario se encuentra enfocado en recuperar lo que le fue arrebatado, consciente de que los artículos robados suelen ser comercializados en el mercado negro.