En respuesta a la creciente ola de robos en la localidad de Quequén, un grupo de vecinos se congregó en una reunión para exigir medidas concretas para combatir la inseguridad en la zona. La reunión, que tuvo lugar en la escuela 31 del barrio El Sifón, contó con la presencia de numerosos residentes preocupados por la situación.

Según lo expresado por los participantes, el objetivo principal del encuentro fue abordar la preocupante situación de inseguridad que afecta a los barrios de Quequén, especialmente en el barrio El Sifón, donde se ha intensificado la actividad delictiva en las últimas semanas.

Durante la reunión, se plantearon diversas medidas que serán elevadas como una carta formal a las autoridades competentes. Entre las demandas de los vecinos se encuentran la instalación de más luminarias en el barrio, la colocación de lomos de burro para disminuir la velocidad del tránsito, y la exigencia de la implementación de un sistema de cámaras de seguridad en puntos estratégicos.

Además, se solicitó un mayor patrullaje policial en todas las áreas del barrio, especialmente en los horarios de salida de los estudiantes de la escuela, con el objetivo de brindar una mayor sensación de seguridad a los residentes.

La reunión contó con la participación del director de la escuela secundaria local, quien compartió las preocupaciones de los vecinos y se comprometió a trabajar en conjunto para hacer llegar las demandas al Municipio y buscar soluciones efectivas.

También estuvieron presentes autoridades policiales, incluyendo al subcomisario Delloca Guillermo y a los oficiales Fagalde Lucas, Gorosito Juan Pablo y Gonzales Juan Adriana, quienes escucharon atentamente las preocupaciones de los vecinos y se comprometieron a reforzar la seguridad en la zona.

Los residentes manifestaron su intención de continuar convocando a más vecinos para unirse en esta lucha contra la inseguridad y encontrar alternativas para contrarrestar la falta de acción por parte de las autoridades locales.

Sin embargo, el tono de la reunión se volvió aún más tenso cuando algunos vecinos advirtieron sobre la posibilidad de que ocurra una tragedia si la situación no mejora. Según los testimonios, muchos residentes ya están armados y se sienten cada vez más vulnerables ante la creciente ola delictiva.

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