

Según los testimonios recabados, los tiempos y acciones de las autoridades encargadas de controlar y clausurar la avícola no han sido efectivos, lo que ha exacerbado la frustración de la comunidad afectada. A pesar de los controles y las infracciones, la avícola sigue operando, lo que ha generado una creciente incomodidad entre los residentes.
La situación ha llevado a los vecinos a buscar asesoramiento legal fuera de las instituciones municipales. La convocatoria en la plaza del barrio, donde se reunieron con abogados ambientalistas, evidencia la determinación de los vecinos por encontrar una solución definitiva a la problemática que enfrentan a diario en sus hogares.
La invasión de moscas se atribuye directamente a la presencia de la avícola en las afueras del barrio, la cual se sospecha que no cumple con las normativas fitosanitarias necesarias. La falta de clausura por parte de las autoridades locales ha llevado a los residentes a cuestionar la eficacia y la transparencia de las medidas tomadas hasta el momento.
Los vecinos han optado por tomar cartas en el asunto y buscar soluciones legales por su cuenta. La situación, que lleva meses sin resolverse, ha generado un sentimiento de desconfianza hacia las autoridades y sus procesos. Aunque no se han revelado detalles específicos, se sabe que los vecinos han comenzado a trabajar con abogados para abordar la problemática ambiental que enfrentan desde hace años.