

Aunque el edificio es propiedad de la provincia, es responsabilidad del municipio garantizar su adecuado mantenimiento. Sin embargo, los trabajadores han señalado una serie de problemas recurrentes que afectan tanto su seguridad como la prestación de servicios a la comunidad.
Uno de los problemas más preocupantes es la intermitencia en el suministro eléctrico, que ha afectado no solo las operaciones internas del Centro Cívico, sino también la atención al público. Además, se han reportado posibles pérdidas de gas, lo que plantea un riesgo adicional para la integridad de todos los presentes en el edificio.
La falta de agua potable también ha sido destacada como un problema persistente, lo que no solo dificulta las actividades diarias, sino que también representa un obstáculo para el funcionamiento adecuado de las dependencias que requieren este recurso fundamental.
Entre las oficinas afectadas se encuentran aquellas que pertenecen a la provincia, así como las dependencias municipales, que incluyen las oficinas de registro de conducir, el Juzgado de Faltas, la Dirección de Políticas de Desarrollo Humano y una dependencia de transporte para trámites relacionados con la SUBE y el boleto estudiantil.
Ante esta situación, los trabajadores han hecho un llamado urgente a las autoridades municipales y provinciales para que tomen medidas inmediatas para abordar estos problemas. La seguridad y el bienestar de quienes trabajan en el Centro Cívico, así como el servicio a la comunidad, dependen de ello.