

La señalización no fue la correcta, lo que se suma a una mala iluminación persistente, con el resultado de varios vehículos afectados, con roturas diversas.
Tanto motos como automóviles tradicionales resultaron dañados en el lugar, teniendo que ser auxiliados y remolcados. El personal de la Dirección de Tránsito acudió a la zona y colocó tambores de tamaño considerable para alertar a los conductores de la parte en arreglo.
Las imágenes son elocuentes en cómo resulta una trampa el espacio reducido a un carril y la falta de iluminación. No se trata de la primera vez que hay quejas respecto a la escasa visibilidad de la zona, en donde hay columnas de alumbrado, pero no están en funcionamiento. Eso se suma a la nula demarcación horizontal.