“La semana que viene arranco la gira con mi papá, también gracias al Consorcio de Gestión del Puerto Quequén. Voy a competir en Polonia en la Copa del mundo, más copas europeas y también torneos en Italia. Iré al mundial sub 23 en Eslovaquia. Aspiro a mis mejores actuaciones, y disfrutar con todos los grandes compitiendo. Cada torneo lo vivo con la misma diversión, de eso no hace falta ir hasta el otro lado del mundo”, dice Manuel Tripano, con 18 años de edad pero maduro de pensamientos, sabiendo que cada proceso es único y lo debe valorar. En una charla con NdeN cuenta su vida y lo que significa la disciplina.

Manuel es atleta profesional de canotaje slalon, conocido como kayak en aguas rápidas. “Comencé a los 3 años, no me acuerdo tanto, pero me motivaron mi papá, mi tío y mi hermana. Crecí remando”, sintetiza, y agrega: “En el colegio era algo que llamaba la atención ir a bajar al río, remar en agua quieta, en agua rápida. Se sacrifican cuestiones sociales y educativas como cualquier deporte, por ir a entrenar. Servía para ir a despejar la mente, relajarse, y también divertirse”.

El deportista reconocido a nivel local fue al colegio Hermanas y así lo recuerda: “Formé un grandioso grupo de amigos que me supo apoyar. Falté más de la mitad del año en los últimos de la secundaria y me acompañaron. Pude tener un entorno social bastante agradable en mi vida”.

Entrenar y competir

En su desarrollo deportivo Manuel arrancó con la Escuela Municipal de Necochea, guiada por su tío y su papá. “Ahora estamos con un conteiner frente a la sociedad española, y entrenando en las cascadas del lado de Lobería en la pista nacional del canotaje Slalon. Formamos un espacio muy bueno de entrenamiento de muchos atletas. Se llevan bastantes competencias ahí, hemos logrado un buen grupo en el río”, cuenta.

Una anécdota de lo que significa tener un buen entorno, queda marca en el siguiente relato: “Me acuerdo en el último año, hubo una competencia en las cascadas. Les dije a mis amigos al pasar que competía, y ese día cayeron todos en colectivo de línea que es del papá de uno de ellos, fue bastante lindo. Es un apoyo enorme, sobre todo en este deporte que las competencias son lejos, en espacios difíciles”.    

Manuel no desestima otros futuros posibles, y mientras tanto está en segundo año de Kinesiología en la FASTA (Mar del Plata). Mientras estudia, viaja los fines de semana para entrenar en el río Quequén.

 

 

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una publicación compartida de Manuel Tripano (@manu_tripano)

“El año pasado tuve una de las mayores giras competitivas, tanto en Copas del mundo como en Alemania y república Checa. Participé en el clasificatorio en Londres, y en el sub 23 en Polonia”, cuenta, y expresa con orgullo: “Este año en Río de Janeiro, me llevé la medalla dorada en canoa simple, y en K1  me llevé la de plata. Disfruto mucho de los viajes. Es particular, divertido y técnico. A pesar de algunas trabas como para llegar al deporte internacional, hay que ponerle mucha dedicación para empujarse a uno mismo”.

En 2023 fue reconocido como el mejor deportista del año en el círculo de periodistas deportivos. “Me dieron el puente colgante de oro, no lo podía creer. Fue bastante lindo, ver a todos los deportistas que están ahí, un mundo enorme”, concluyó Manuel, quien no pudo llegar a los Juegos Olímpicos, pero seguramente será un recuerdo para tomar impulso por lo que viene, y seguir cosechando logros, de Necochea al mundo.