El 5 de junio se cumpieron 36 años del ascenso de Estación Quequén, y NdeN dialogó con Paco Sánchez, delantero de aquel equipo que hizo historia. Hoy viviendo y trabajando en Bahía Blanca, valora aún más con el tiempo lo que pasó en aquel 1988 inolvidable para el fútbol local: "Mantuvimos el invicto de local. Ojalá Necochea vuelva a tener momentos como ese", expresó. 

"El equipo estaba ordenado y una capacidad integral muy grande. El grupo era como una familia. A veces viajábamos el mismo día, en Azul y Olavarría. Era un torneo muy competitivo donde sólo clasificaba el primero. La particularidad era que nos conocíamos. Ortíz que fue el técnico hizo algo muy inteligente, nos llevó a cada club para que jugáramos con los mejores, fue brillante", indicó en diálogo con Noticias de Necochea.

"Tuvimos el roce que necesitábamos. Uno recuerda la tarde del 5 de junio, pero se vivieron momentos emotivios muy fuertes. Necochea no había pasado esas fases. Cuando sacamos cuentas, vimos que no perdimos de local, terminamos invictos", agregó.

Su vida a kilómetros de la ciudad hace valorar más el recuerdo: "Nunca enfrenté un Olimpo tan fuerte, ahora que vivo en Bahía Blanca lo veo. Fue muy merecido el torneo, la gente está muy agradecido. Nunca volvió a pasar esa unión entre Necochea y Quequén, ojalá vuelva a pasar. Es una alegría para toda la familia y amigos, para nosotros un recuerdo inborrable".   

"SIempre hay un mar de recuerdos, no sólo por lo futbolístico, sino por lo que pasó. Entrar a la cancha con amigos del barrio, ver a los profes de la secundaria de ese momento. Fue una gran alegría, algo que no sé si la ciudad alguna vez lo había pensado. Avanzábamos de fase y cuando quisimos acodar estábamos en la final", concluyó Paco emocionado.

 

 

 

 

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