

Durante la reunión, se discutieron proyectos clave destinados a informar sobre el impacto ambiental del tránsito vehicular en ciertos sectores de la reserva y la importancia de abordar este problema con educación y colaboración comunitaria.
La reserva, ubicada entre los partidos de Necochea y San Cayetano, es un enclave crucial de biodiversidad que merece nuestra protección. Con una extensión de 2.800 hectáreas, alberga una amplia variedad de flora y fauna costera, desde pastizales hasta especies animales como el carpincho y aves autóctonas.
Es esencial comprender que estas áreas naturales son ecosistemas frágiles que requieren cuidado y atención. Es por ello que se están implementando medidas para mitigar los daños causados por actividades humanas, como las travesías en 4x4 y campamentos.
Además, es importante recordar que dentro de la reserva no está permitido el uso de vehículos, ya que esto podría comprometer gravemente su integridad ecológica. Sin embargo, los visitantes pueden disfrutar de actividades de investigación científica y educación con autorización previa.
Es fundamental que todos tomemos conciencia sobre la importancia de proteger nuestras reservas naturales. Con acciones coordinadas y una mayor educación ambiental, podemos garantizar la preservación de estos invaluable patrimonios naturales para las generaciones futuras.