

Marcos Bendersky, fiscal a cargo del caso, destacó la significancia de la sentencia: "Fue un hecho ocurrido en el 2020 durante 10 meses, el padrastro abusó sexualmente de la hijastra, mediante tocamientos por arriba y debajo de la ropa, que fue probado en el juicio". El fiscal enfatizó también la dificultad del proceso, señalando que "la víctima era descreída por su familia materna, la cual convivía con el agresor. Su padre sí le creyó y todas las psicólogas que participaron confirmaron que no mentía y que los hechos habían ocurrido".
La acusación, liderada por la Asesora de Incapaces Besoain y la abogada Florencia Angeletti, solicitó inicialmente una pena de 14 años, la cual fue reducida por el tribunal a ocho años y medio de prisión. Además, se tomó la decisión de ordenar a la madre de la víctima realizar un curso de maternidad responsable, y se inició una causa contra la tía por averiguación del delito.
Bendersky abordó también el tema de la privacidad en casos judiciales sensibles: "Al publicar los nombres muchas veces tienen vínculos familiares o de lazos sanguíneos y es fácilmente identificar a la víctima y eso hace que se revictimice".
Los jueces declararon al acusado culpable de "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser el encargado de la guarda y por tratarse la víctima de una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente" en el primer hecho imputado. En el segundo hecho, también lo encontraron responsable de "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser el encargado de la guarda de la menor".
El carnicero, quien había transcurrido el proceso en libertad, fue detenido durante los alegatos finales del juicio, ante el riesgo de fuga tras la conclusión de su culpabilidad. La víctima, actualmente radicada en Mar del Plata, decidió denunciar los abusos sufridos desde los 12 años, tanto en el hogar familiar como en el comercio donde el condenado ejercía como carnicero.
La sentencia incluye la disposición de trasladar al condenado de manera inmediata a un establecimiento carcelario determinado por el Servicio Penitenciario Bonaerense, asegurando así el cumplimiento efectivo de la pena dictada por el tribunal.