Esta mañana resulta crucial para Marcos Aprea, el conductor alcoholizado acusado de atropellar y causar la muerte de Germán Appella durante el feriado del 20 de junio en Necochea. Aprea se encuentra detenido, mientras que se espera una decisión por parte de la jueza Aida Lehz sobre su posible libertad, a pesar de la oposición de la fiscalía.

El trágico incidente ocurrió cuando Aprea, en estado de ebriedad, chocó contra Appella que caminaba junto a una amiga por la avenida 42. Según el testimonio de un amigo de Aprea, éste se encontraba visiblemente ebrio y no habría visto a la víctima, a pesar de las advertencias previas sobre su estado para manejar.

Marcos Aprea ya había sido inhabilitado previamente para manejar y se le había retirado el carnet de conducir durante un año. Aunque en el momento del accidente contaba con una licencia válida, su estado de intoxicación plantea serias interrogantes sobre su idoneidad y su grado de responsabilidad para conducir ese día.

La fiscalía inicialmente caratuló el caso como Homicidio Culposo Doblemente Agravado, argumentando que Aprea no tuvo intenciones de matar pero su actuar negligente causó la muerte de Appella. Sin embargo, en algún momento no se descarta que podría cambiarse la carátula a Homicidio Simple con Dolo Eventual, lo cual implicaría penas más severas debido a la presunta conciencia de Aprea sobre los riesgos de conducir en su estado.

El futuro procesal de Aprea se discutirá en el Juzgado de Garantías N° 2, donde se espera que la fiscalía, representada por José Luis Cipolletti, solicite que permanezca bajo detención. Este pedido se fundamenta en la gravedad de los cargos y el riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación.

Se aguarda también la confirmación de los resultados de los análisis de sangre realizados a Aprea, los cuales determinarán su nivel de intoxicación al momento del accidente. Un test preliminar indicó que tenía 1.54 gramos de alcohol por litro de sangre horas después del suceso.

La comunidad de Necochea, consternada por la pérdida de Germán Appella, ha iniciado una campaña en redes sociales exigiendo justicia y calificando a Aprea como responsable directo de un acto de violencia inaceptable. Appella, quien era preceptor del Colegio Alemán, y docente en otros establecimientos era ampliamente querido y respetado en la comunidad.

El desenlace de esta audiencia no solo determinará la situación personal de Marcos Aprea, sino también sentará precedentes sobre la responsabilidad penal en casos de conducción bajo influencia de alcohol y las consecuencias devastadoras que puede tener para la comunidad.