

El encuentro en el Vaticano, organizado por el Instituto para la Memoria, tuvo lugar tras la visita de legisladores de la oposición a ex represores en el penal de Ezeiza. Entre los condenados visitados estaba Alfredo Astiz, quien participó en el secuestro y asesinato de Esther Balestrino de Careaga, abuela de Anita Fernández.
“No aflojen, conserven la memoria”. El mensaje del Papa Francisco consultado por la visita de los diputados de Milei a Astiz y otros represores pic.twitter.com/xw0mPEEVfi
— Mauricio Caminos (@MauriCaminos) August 8, 2024
El papa Francisco, al conocer la visita de los diputados a Astiz y otros condenados, expresó su preocupación y calificó el hecho como “muy peligroso”, según un comunicado del Instituto para la Memoria. Esther Balestrino de Careaga, conocida por su labor como jefa de laboratorio de análisis clínicos, fue una figura vinculada al pasado de Francisco, quien en su juventud trabajó como técnico químico en el mismo ámbito.
Durante la reunión en el Vaticano, Francisco reflexionó sobre la importancia de recordar y aprender de la historia. “No aflojen, conserven la memoria de lo que han recibido, no solo de las ideas sino de los testimonios, ése es el mensaje que les doy en este día”, manifestó el sumo pontífice en un video.
La visita de los legisladores, entre los que se encontraban Beltrán Benedit, Fernanda Araujo, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci, ha suscitado una fuerte reacción pública. Los diputados se encontraron con varios represores condenados, como Alfredo Astiz, Adolfo Donda y Raúl Guglielminetti. Arrieta había mencionado previamente que creía que la visita contaba con la aprobación del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, mientras que Bonacci afirmó que contaba con una autorización de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El incidente ha reavivado el debate sobre el papel de los representantes políticos en la memoria histórica y la justicia por los crímenes cometidos durante la dictadura.