Un sorprendente delito ha dejado en ridículo a la policía de Necochea: un automóvil secuestrado por la Comisaría Primera fue robado y hallado destruido por un incendio en un camino rural de Olavarría. El Volkswagen Vento, que estaba bajo custodia policial en el serrucho de Av.58 apareció quemado y con claros indicios de que el robo pudo haber sido facilitado por la posesión de un segundo juego de llaves. La policía local y la UFI N.º 1 de Necochea están investigando las circunstancias del robo y el incendio del vehículo.

El vehículo afectado es un Volkswagen Vento, dominio MHI-264, cuyo número de motor es CCZ301970 y chasis 3VW3D6169DM020156. Según el parte policial de Olavarría del  14 de septiembre de 2024, durante una recorrida rutinaria, el personal policial encontró el automóvil incendiado a la vera del camino rural, acceso alternativo a Blanca Grande, en Olavarría.

Los detalles del incidente

El Volkswagen Vento había sido secuestrado por la Comisaría Primera de Necochea el 13 de septiembre de 2024, y tenía un pedido de secuestro activo. Al consultar el sistema informático, se confirmó que el vehículo estaba registrado con un secuestro activo en el marco de la IPP 11-00-005906-24/00, en la causa caratulada como "DTE. PERSONAL POLICIAL S/HURTO CTE. BOZZOLO EMILIANO".

Fuentes judiciales informaron a NDEN que el robo del vehículo podría estar relacionado con un segundo juego de llaves que no fue entregado al momento del secuestro. Se sospecha que el vehículo fue robado utilizando estas llaves adicionales que quedaron en posesión del último conductor. 

El caso ha sido derivado a la UFI N.º 1 de Necochea, encabezada por el Dr. José Luis Cipolletti, para su investigación. La Policía Científica ha solicitado la preservación del lugar del incendio y está llevando a cabo la recolección de evidencias para esclarecer cómo ocurrió el robo y el posterior incendio del vehículo.

Este sorprendente robo no solo ha dejado indignados a los vecinos que circularon la noticia, sino que ha puesto en evidencia una seria falla en la seguridad y manejo del personal policial encargado del vehículo. La sustracción de un auto secuestrado, que debería haber estado bajo estricta vigilancia en la Comisaría Primera, y su posterior hallazgo quemado en Olavarría, han dejado en una posición comprometida a las autoridades locales. La situación ha dejado en claro que ni siquiera los bienes bajo custodia policial están a salvo, generando un cuestionamiento serio sobre la eficacia de la gestión policial y la protección de los recursos estatales.