

"Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad," sostiene Cristina, enfatizando la importancia de crear un espacio de diálogo interno. Aunque no se pronuncia de manera categórica sobre el operativo clamor que la propone como líder formal del PJ, sus palabras dejan claro su interés en guiar al partido hacia un futuro más cohesionado.
La carta también incluye una fuerte crítica hacia el gobierno de Javier Milei, a quien califica de "showman economista en la Rosada." Cristina denuncia un clima de violencia generado por la gestión del actual presidente, alertando que "el feroz programa de ajuste desestabiliza a una sociedad que sigue siendo golpeada con tarifas impagables y salarios que no alcanzan." Con esta crítica, busca poner de relieve las dificultades que enfrenta la ciudadanía en su día a día.
La exmandataria plantea la necesidad de que el PJ actúe como un instrumento para reagrupar fuerzas políticas y sociales. "Nada está grabado en piedra y todo debe ser repensado y discutido," destaca, mencionando temas cruciales como la modificación de las relaciones laborales, la revisión del déficit fiscal y la reforma de la educación pública.
Cristina también aborda el alto nivel de endeudamiento del país, señalando que el peronismo y el pueblo argentino deben enfrentar este desafío en el contexto de una economía bimonetaria. "Está claro que hay que enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó," remarca, enfatizando la urgencia de un debate profundo y una participación activa de todos los sectores.
La exmandataria cierra su carta con un mensaje de esperanza, celebrando los recientes logros del peronismo en las elecciones universitarias. "Debemos poner en marcha el segundo trasvasamiento, incorporando las nuevas generaciones en los secundarios, universidades y sindicatos," concluye, reafirmando su compromiso con la unidad y el futuro del peronismo.