En un emocionante circuito callejero de Necochea, se desarrolló una destacada competencia de Fórmula Libre y Limitada, donde la adrenalina y la velocidad fueron protagonistas. En esta jornada, José F. López se consagró campeón en la categoría Libre, mientras que Emilio Barbalarga se destacó en la categoría Limitada. La gran final conjunta fue ganada por Ramón Requejo, quien alcanzó una impresionante velocidad de 110,154 km/h. Sin embargo, el evento no estuvo exento de incidentes, ya que se produjo un accidente entre el piloto local Benedicto Campos y Onofre Marimón, generando preocupación entre los presentes.

Este acontecimiento histórico fue compartido en la plataforma X por Pasión Tuerca, subrayando la importancia del automovilismo en la ciudad.

29 DE OCTUBRE 1950: En un circuito callejero en Necochea se presentaron la F. Libre y Limitada, siendo ganador en la 1° Jose F. Lopez, en la Limitada Emilio Barbalarga y en la final conjunta Ramon Requejo a 110,154kph, accidente entre el local Benedicto Campos y Onofre Marimon pic.twitter.com/X8iRMV6yAh

— Pasion Tuerca de Alberto Lopez🇦🇷 (@Pasiontuerca) October 29, 2024

Resultados de la Competencia del 29 de Octubre de 1950 en Necochea:

• Fuerza Limitada: Emilio Barbalarga (Ford)
• Fuerza Libre: José López (Chevrolet)
• Mecánica Nacional: Ramón Requejo (Requejo-Ford)

A comienzos de los años cincuenta, comenzaron a disputarse las famosas "Vueltas", donde se destacaron competencias en ciudades como Hughes, Santa Fe, Tres Arroyos, Mar y Sierras, Necochea y Olavarría. La década de 1950 a 1960 fue conocida como la del Piloto-Mecánico, época en la que valientes conductores construían sus propias máquinas y las conducían velozmente por los caminos más difíciles. Entre los destacados de esa era se encuentran Oscar y Juan Gálvez, Dante y Torcuato Emiliozzi, Ciani, Alzaga, Sogolo, Piersanti, Logulo, Devoto, Navone, Peduzzi, Saigós, Meunier y Néstor Marincovich, entre otros.

Además, en 1950 se produjo el debut de Dante y Torcuato Emiliozzi en el circuito de Mar y Sierras, donde compitieron a bordo de un Ford con válvulas a la cabeza. Este período marcó un hito en la historia del automovilismo argentino, dejando una huella imborrable en la memoria de los aficionados.