Una nueva polémica ha surgido en torno al manejo de los espacios verdes en el Parque Miguel Lillo, luego de que el Club Villa Díaz Vélez, ubicado dentro de este emblemático parque, fuera denunciado por la tala ilegal de árboles. Según la denuncia recibida a través de la línea directa de NdeN (2262-593868), el club solicitó autorización para talar solo 2 árboles de Pinus pinea (pino piñonero), pero en el lugar se constató que, en realidad, 41 árboles fueron extraídos sin la debida autorización.

De estos 41 árboles, 22 fueron talados recientemente, mientras que los otros 19 parecen haber sido cortados hace algún tiempo. Además, las inspecciones revelaron que el club llevó a cabo la poda y mutilación de 2 ejemplares de Acacia negra sin contar con los permisos correspondientes.

Ante estos hechos, las autoridades locales tomaron medidas inmediatas que se procura que realmente surtan efecto. Se labró el Acta de Infracción N° 73367, en la que se señala que el club violó varias normativas locales y provinciales, entre ellas, la Ordenanza N° 502/84 (Código Contravencional), la Ordenanza N° 5085/03 y la Ley Provincial N° 12276. En virtud de las infracciones cometidas, se procedió al secuestro del material leñoso (un camión completo de leña) encontrado en el lugar.

La denuncia también fue elevada al Juzgado de Faltas Municipal N° 1, que ahora deberá determinar las sanciones correspondientes. Además, la Dirección de Concesiones fue notificada sobre el incumplimiento del contrato de concesión vigente, lo que podría derivar en consecuencias para el club, que enfrenta la posibilidad de sanciones adicionales relacionadas con su acuerdo de uso del terreno.

Este incidente ha generado una fuerte bronca en la comunidad que brega por una conservación responsable, quienes exigen que se tomen medidas para reparar el daño ambiental causado, aunque nada devolverá esas especies históricas. La reforestación del área afectada se presenta como una de las principales acciones a seguir, además de garantizar que no se repitan estos hechos en el futuro.

El Club Villa Díaz Vélez, reconocido por sus logros deportivos, pero también por haberse envuelto en conflictos por el uso del espacio público y pretensiones de avanzar sobre otros espacios del pulmón verde de la ciudad ahora  se supone deberá enfrentar no solo la responsabilidad por la tala ilegal, sino también las consecuencias legales y administrativas derivadas de su actuación en el Parque Miguel Lillo.

La denuncia subraya nuevamente la importancia de proteger los espacios naturales de la ciudad, que son un patrimonio de todos, y de asegurar que las actividades que se desarrollan en ellos respeten las normativas ambientales vigentes.