

La tala ilegal de 43 árboles en el Parque Miguel Lillo ha generado gran preocupación en Necochea, especialmente por la magnitud del daño ambiental que provocó. Los árboles talados, entre ellos pinus pinea y acacia negra, se encontraban en un área concesionada al Club Villa Díaz Vélez, en las inmediaciones de la cancha de squash del complejo deportivo. La intervención del municipio se produjo después de que varios vecinos denunciaran la situación, lo que permitió iniciar un operativo de control en el lugar.
Tras recibir las denuncias, personal de la Dirección de Guardaparques se dirigió al lugar para corroborar los hechos. Allí se constató que la tala había sido realizada sin la correspondiente autorización municipal, lo que constituye una clara violación de la normativa ambiental. Durante el operativo, se procedió al secuestro de un camión con leña que había quedado en el lugar tras la tala.
Sin embargo, fuentes del municipio informaron que la mayor parte de la madera ya había sido retirada antes de la intervención, y se estima que los faltantes podrían equivaler a unos dos camiones de leña.
“El secuestro del material leñoso es solo una parte de la intervención. Lo que más nos preocupa es que esta tala se haya hecho sin permisos, lo cual es una violación de la legislación ambiental vigente. Esto no puede quedar sin consecuencias”, declaró un funcionario municipal.
Lo que sí se pudo saber es que la entidad deportiva había solicitado permiso solo para extraer 2 ejemplares.
Como resultado del operativo, se labró el Acta de Infracción N° 73367 por la violación de las ordenanzas locales y la Ley Provincial N° 12.276 que protegen el arbolado público. En este marco, el municipio notificó al Juzgado de Faltas Municipal N° 1 para que se inicien los procedimientos legales correspondientes.
Además, la Dirección de Concesiones recibió el informe de la infracción para evaluar si el Club Villa Díaz Vélez debe enfrentar sanciones adicionales o la revisión de su contrato de concesión.
“Este tipo de actos ilegales no pueden quedar impunes. El municipio debe asegurarse de que las concesiones se ajusten a la ley y respeten el patrimonio natural de todos los vecinos”, señaló un vocero de la comunidad a NDEN.
Los vecinos afectados por la tala ilegal no tardaron en manifestar su preocupación. A través de una carta formal presentada al municipio, un grupo de residentes exigió que se tomen medidas inmediatas contra los responsables y que se revierta el daño causado al medio ambiente. Además, solicitaron que la madera restante sea retirada y destinada a Servicios Sociales para su uso en calefacción, tal como lo establece la normativa.
“Es inaceptable que esto haya sucedido en un espacio público. Pedimos que se revise la concesión del club y que se apliquen las sanciones que corresponden. Los espacios verdes son de todos y deben ser respetados”, manifestaron los vecinos.
Por otra parte, expresaron los denunciante "hemos tomado conocimiento de que se está iniciando una obra civil en el mismo lugar donde se realizó la extracción de los árboles, por lo que se solicita que se presenten los correspondientes planos de obra ante el municipio para su aprobación, tal como estipulan los contratos de concesión vigentes". En este contexto, los vecinos realizaron estos requerimientos en total acuerdo con el Acuerdo de Escazú, que promueve el acceso a la información ambiental, la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la Ley 25.831 de Información Pública Ambiental.
Hasta el momento, el Club Villa Díaz Vélez no ha emitido ningún comunicado oficial sobre la tala ilegal de los árboles. El club, que tiene la concesión sobre esa área del parque, está obligado a cumplir con las normativas ambientales para proteger el espacio público y los recursos naturales.
Este silencio genera aún más incertidumbre entre los vecinos, quienes piden explicaciones sobre las razones de la tala y sobre el cumplimiento de las condiciones del contrato de concesión.
El incidente ha reabierto el debate sobre la gestión de los espacios públicos y la necesidad de mayores controles en las áreas concesionadas. Los vecinos exigen una revisión exhaustiva de las concesiones que operan en el Parque Miguel Lillo y en otros espacios públicos, para evitar que se repitan prácticas ilegales como esta.
“Los parques y espacios verdes deben ser respetados por todos, incluidos los concesionarios. El municipio tiene la obligación de garantizar que las concesiones no perjudiquen el medio ambiente ni a la comunidad”, concluyeron los vecinos en su carta al municipio.
El municipio de Necochea sigue investigando el caso, mientras que el Juzgado de Faltas Municipal N° 1 evaluará las sanciones pertinentes. Además, la Dirección de Concesiones podría iniciar un procedimiento para revisar la concesión del Club Villa Díaz Vélez, en caso de que se determine que ha habido un incumplimiento de las condiciones acordadas.