

"Me acuerdo del óvalo frente al Lago de los Cisnes, las primeras veces que fui a girar a los cinco seis años, íbamos con mi viejo", recuerda Castro sobre las primeras imágenes en Necochea. A su vez, reconoce: "Siempre tuve resistencia porque me gusta el cuatriciclo, pero en un momento por seguridad había que elegir y me fui al lado del karting".
"Lo primero que hicimos fue venir al zonal, arrancamos a correr en la promocional en una carrera nocturna, donde más gente había. Mi familia siempre estuvo vinculada al automovilismo, a mi vieja no era la que más le gustaba, je", señala Castro, de una personalidad sencilla.
Como suele suceder con los adolescentes deportistas, la educación era todo un tema para la época. "El problema más grande era con el colegio (Alemán). Me costaba mucho, todos los fines de semana me movía. Recuerdo viajes largos como a Comodoro Rivadavia, también Formosa. El estudio no era lo que a mi me gustaba, estábamos en un buen lugar en el auto de carrera", admite.
"Hoy estamos a un paso, cerca del Turismo Carretera... falta muy poco. La idea sería poder pasar a esta categoría estando en un buen nivel del TC Pista", dice Castro a nuestro medio.
Sin embargo, reconoce que "este año nos costó un montón. Fue muy bueno por parte de la camioneta, viene siendo excelente. Pero en el TC Pista me compliqué con el auto, donde no me sentí del todo cómodo, no fue un gran año, rompimos casi diez motores".
"Hay mucha gente que detrás, depende de todos para poder estar bien, este año si nos ponemos a ver los resultados fueron excelentes, porque entramos a la Copa de Plata del TC Pista. Fue bueno por nuestro lado, pero tuvimos mucha mala suerte", sintetiza.
Al igual que el necochense Capurro, Castro expresó su satisfacción por ver crecer a un ex compañero de pista en karting. "Colapinto me produce orgullo, siempre que corrimos estuvo ahí con nosotros. La gente te pregunta, y poder decir compartí pista con él es un orgullo. Éramos muy chicos, jugamos a la pelota. Teníamos más ganas de bajarnos del auto que de subir, jugábamos mucho al fútbol".
Cuando a Marcos se le consultó sobre el futuro, expresó que ojalá pueda estar corriendo en en el Turismo Carretera. "Aspiro a pelear el TC, es el objetivo planteado. También, estar bien en el TC Pista y poder lograr el campeonato, que es una cuota pendiente ", sentenció.
En materia de referentes, el piloto de 23 años contó que de chico siempre seguía mucho a Guillermo Ortelli. Pero aún así no tuvo un ídolo marcado, aunque si miró bastante al multicampeón argentino "Pechito" López.
El amor por la ciudad es algo que define a Marcos Castro, quién cerró la charla de esta manera: "Necochea me encanta, paso mucho tiempo viajando, y no veo la hora de volver, para poder estar tranquilo en la ciudad. Es una ciudad fierrera, agradezco a toda la gente que me pregunta y me acompaña a diario".