

“El mercado lo demuestra: Quequén es más caro que Bahía Blanca. Una nueva tasa perjudicará su volumen operativo”, afirmaron.
Los datos publicados muestran que las exportaciones a través de Quequén ya implican sobrecostos por tonelada: U$S 1 en cebada forrajera, U$S 8,60 en soja, U$S 5,20 en maíz, U$S 7,20 en girasol y U$S 19,40 en trigo. De implementarse la tasa propuesta, se sumarían U$S 0,60 adicionales por tonelada, afectando directamente la competitividad del puerto.
“Insistir con que estos impuestos o tasas se cargan sobre los ‘exportadores’ habla del desconocimiento enorme que quienes lo predican demuestran sobre cómo funciona el sector. Podrá el exportador ser contribuyente directo de esos tributos, pero ese ‘costo’ lo descuenta inmediatamente del precio que le liquidará al productor, porque limita su capacidad de pago”, subrayaron las entidades rurales.
Asimismo, cuestionaron la lógica detrás de gravar con una tasa destinada a presuntos servicios en Necochea a todos los usuarios de la terminal, incluso aquellos provenientes de otras regiones del sudeste provincial.
“Siendo una tasa para presuntos servicios en Necochea, es poco concebible que deban ser pasivos de ella quienes sean usuarios de la terminal desde todo el Hinterland, es decir, gran parte del sudeste provincial”, sostuvieron.
El rechazo a la Tasa Portuaria fue firmado por las siguientes instituciones:
El conflicto por la Tasa Portuaria refleja tensiones crecientes entre el oficialismo local, el sector impulsor de Unión por la Patria con Julián Kristiansen a la cabeza, que pretenden el aporte para financiar la reparación de infraestructura vial afectada por la actividad portuaria, y las entidades del agro, que consideran que el costo recae injustamente sobre los productores.