

Desde el 3 de enero, YPF aumentará el precio de sus combustibles en un 1,75% promedio a nivel nacional, lo que marcará un nuevo incremento para los conductores. La nafta súper pasará de $1.108 a $1.127 por litro, mientras que el gasoil común subirá de $1.123 a $1.142. Por otro lado, la nafta premium costará $1.394 (subiendo desde los $1.370) y el gasoil premium llegará a $1.142, aumentando desde los $1.123. Este ajuste es el más alto de los últimos 12 meses y está relacionado con la paridad de los combustibles locales con los precios internacionales.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la tarifa de la luz aumentará un 1,6%, mientras que el gas natural por red subirá 1,82% en todo el país. Aunque estos ajustes están por debajo del índice de inflación, el Gobierno busca moderar las expectativas y evitar que los aumentos se disparen. Cabe recordar que, a lo largo del año pasado, el rubro de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró una suba acumulada del 230,7%. Por otro lado, el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) autorizó un aumento del 4% para las distribuidoras de energía, como Edenor y Edesur, lo que impactará principalmente en el Gran Buenos Aires.
A partir de enero, Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) aplicará un incremento del 50% en las tarifas de agua y cloacas, que se verá reflejado en las facturas de este mes. Este aumento responde a un ajuste previo realizado en octubre, que se completará ahora con un aumento retroactivo de hasta un 100% en los dos primeros meses del año. El costo del metro cúbico de agua pasará a $163,22, lo que incrementará la factura promedio de los usuarios a $8.227. En el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el aumento será del 1%, lejos del 3% que había previsto la fórmula de actualización, lo que se debe a la intervención del Gobierno para evitar un mayor impacto inflacionario.
Uno de los sectores más golpeados por la inflación es el mercado de alquileres. Los contratos firmados bajo el Índice de Contratos de Locación (ICL) -que regía antes de la derogación de la ley- sufrirán un ajuste anual del 190,7% en enero (contra un 208,67% registrado en diciembre). Por ejemplo, aquellos inquilinos que en enero de 2024 pagaban $300.000 mensuales, deberán abonar $872.700 desde este mes hasta diciembre de 2025, lo que representa un aumento cercano a los tres veces más. Este ajuste es resultado de la inflación acumulada, y ha generado un gran malestar entre los inquilinos, que enfrentan condiciones de pago cada vez más difíciles.
Las empresas de medicina prepaga también anunciaron un incremento de sus cuotas en promedio del 3%. Algunas de las principales compañías, como el Hospital Italiano (3,9%), Omint (3,3%) y Medicus (3%), aplicarán estas subas a partir de enero. Aunque continúa la disputa entre las prepagas y el Gobierno por presunta cartelización, con una investigación en curso, los afiliados deberán hacer frente a estos aumentos. Los copagos también sufren ajustes, lo que incrementará aún más el costo de la atención médica.
A partir de este mes, las compañías de telefonía móvil, televisión por cable e internet aplicarán un incremento que oscilará entre el 6% y el 8%. Esta suba afecta a millones de usuarios de servicios de telecomunicaciones, en un contexto de creciente demanda por internet y conexiones móviles, especialmente durante el periodo de vacaciones y vacaciones escolares.
En la provincia de Buenos Aires, el Gobierno dispuso un incremento del 4,6% en las multas por infracciones de tránsito, que comenzó a regir el 1 de enero y tendrá vigencia durante los dos primeros meses del año. Este aumento afectará a los conductores que cometan faltas de tránsito y se suma a los incrementos en otras tarifas que impactan en los gastos cotidianos de los ciudadanos.
Los argentinos enfrentan un comienzo de año con una serie de aumentos que golpean diferentes sectores del consumo, desde combustibles hasta servicios de salud, pasando por tarifas de servicios básicos como luz, gas, agua y alquileres. A pesar de los esfuerzos del gobierno para moderar algunos de estos incrementos, el 2025 no parece ofrecer un alivio para las familias que ya venían luchando contra los efectos de la inflación.
Si bien el Ejecutivo asegura que estos aumentos buscan contener la inflación y mejorar la sostenibilidad económica del país, el impacto en el poder adquisitivo de los argentinos es innegable y será un tema clave a seguir en los próximos meses.