

La Dirección de Guardaparques identificó la infracción y labró el acta de infracción número 73.367, ya que se comprobó que se violaron la Ordenanza 502/84, artículo 74 bis, y la Ley Provincial 12.276, artículo 3. Como resultado, la sanción impone al Club Villa Díaz Vélez los siguientes puntos:
Entrega de 3 toneladas de leña para ser distribuidas entre familias carenciadas, que deberá ser entregada en el corralón de obras públicas ubicado en calle 43 N° 4362.
Donación de 48 ejemplares de ceibo al vivero municipal, que deberán tener una altura mínima de 2 metros. Estos ejemplares serán utilizados en la reforestación del Parque Miguel Lillo.
Prohibición de construcción en la superficie donde se encontraban los árboles talados, para evitar que se genere un precedente negativo y se incentiven nuevas violaciones a la ley. Esta restricción busca garantizar que no se cometan más infracciones en el área afectada.
El cumplimiento de estas acciones deberá ser acreditado fehacientemente en el expediente antes del 15 de marzo de 2025. Esta medida, además de las sanciones mencionadas, será complementada por una multa económica que aún se encuentra pendiente de resolución en el Juzgado de Faltas, que se encuentra en la etapa procesal de celebración de la audiencia de descargo.
Celebración de la Asociación Civil "El Parque No Se Vende"
La Asociación Civil "El Parque No Se Vende", organización que lideró la denuncia, celebró la noticia en sus redes sociales. En un comunicado publicado, expresaron lo siguiente:
"Se hizo justicia. Acciones reparatorias por la tala de árboles en el Club Villa Díaz Vélez. Como recuerdan, el 28 de noviembre de 2024 se presentó una nota en la Municipalidad por la tala de más de 40 árboles dentro del Parque Miguel Lillo, en el Club Villa Díaz Vélez. Dicha nota se presentó desde la 'Asociación para la Conservación del Parque Miguel Lillo' y desde 'El Parque No Se Vende', cuyo expediente es el 7027/2024. En el día de hoy, desde el Municipio contestaron la nota, grata fue nuestra sorpresa, no sólo por haber recibido contestación, sino queremos expresar nuestra conformidad con respecto a las acciones reparatorias con las que deberá cumplir el Club antes del 15 de marzo de 2025. Agradecemos a quienes acompañaron nuestra lucha en defensa de un espacio público como es el Parque Miguel Lillo, porque esto seguramente dejará sentado un precedente ejemplificativo para quienes concesionan el parque, y comprendan que una concesión no significa considerarse dueños del espacio público y todo lo que lo rodea. Y recordarles que cuidar nuestros espacios significa velar por el futuro nuestro y de generaciones futuras, sino que vale la pena luchar por la defensa de lo público!"
Este fallo marca un precedente importante para la protección de los espacios públicos y el respeto a la normativa ambiental, subrayando la importancia de la comunidad en la defensa del Parque Miguel Lillo como un bien común.