

Marchesín, quien comenzó su carrera en el fútbol en su San Cayetano natal y se formó en la Liga de Fútbol de Necochea, tiene una larga trayectoria que incluye pasos por Lanús, el fútbol europeo, y su última etapa en Brasil, donde jugó para Gremio. A lo largo de su carrera, se destacó por su capacidad bajo los tres palos y su seguridad en momentos clave, lo que le permitió ser convocado por la Selección Argentina y convertirse en un arquero de renombre internacional.
El acuerdo con Gremio se cerró luego de varias idas y vueltas, comenzando con una oferta inicial de 850.000 dólares, pero con el tiempo alcanzando los 1,6 millones. El traspaso se aceleró debido a la lesión de Sergio Romero, quien deberá someterse a una operación en la rodilla y se perderá al menos dos meses de competencia, lo que dejó a Boca Juniors sin un arquero titular fijo.
Marchesín, que tenía aún una temporada de contrato con el club brasileño, presionó para regresar al fútbol argentino y firmó con Boca para reforzar el arco. El arquero llega con el objetivo de afianzarse como el nuevo titular del equipo de Fernando Gago, ocupando el puesto que estuvo vacante durante buena parte de 2024.
(De niño con la camiseta de Boca Juniors de Navarro Montoya)
Con su llegada, Boca Juniors se asegura la incorporación de un arquero de gran jerarquía, con vasta experiencia en el fútbol argentino e internacional. La contratación de Marchesín se convierte en una de las piezas clave para el armado del plantel de cara a la temporada 2025, que comenzará el próximo domingo ante Argentinos Juniors en la Bombonera.
Este refuerzo es también un motivo de orgullo para San Cayetano y para toda la región, ya que Marchesín es un claro ejemplo de cómo el fútbol de la Liga de Fútbol de Necochea y de las ciudades vecinas puede nutrir al fútbol profesional con jugadores de gran talento. Con 36 años, el arquero llega a Boca con la experiencia necesaria para afrontar el desafío de consolidarse en el club más grande del país.