

El hallazgo se produjo a las 17 horas del domingo, cuando un grupo de bañistas y guardavidas notaron un objeto flotante en el agua. Debido a la gran cantidad de algas en la zona, la identificación a simple vista resultó dificultosa. Al acercarse, confirmaron lo peor: era el cuerpo de Haedo.
El joven había sido visto por última vez en la madrugada del sábado, cuando ingresó al mar junto a un amigo. Tras unos minutos en el agua, el amigo regresó a la orilla, pero Santiago fue arrastrado por la corriente y perdió contacto con su grupo. La desaparición fue reportada temprano, alrededor de las 7:30 de la mañana, lo que dio inicio a un exhaustivo operativo de rescate a lo largo de la costa de Necochea.
La búsqueda incluyó patrullajes marítimos, terrestres y aéreos, pero las condiciones climáticas y el estado del mar dificultaron las tareas. A pesar de ello, las fuerzas de seguridad y los equipos de rescate mantuvieron el operativo activo, con la esperanza de encontrar al joven con vida.
El director de Defensa Civil, Augusto Fulton, confirmó que el cuerpo fue localizado a pocos metros del lugar donde Haedo había sido visto por última vez, en un sector cercano al ex balneario Sotavento. Tras el hallazgo, el cuerpo fue trasladado al Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra, donde se llevarán a cabo las pericias necesarias para determinar las causas exactas de su fallecimiento.
La tragedia ha generado una profunda conmoción en la comunidad de Necochea y sus alrededores, que siguieron con angustia y esperanza cada actualización del operativo. La familia de Haedo, amigos y vecinos compartieron su dolor mientras se desarrollaba la búsqueda, esperando un desenlace diferente. Sin embargo, con el paso de las horas, la incertidumbre dio paso a la tragedia.
Descansa en paz Santiago
Este triste suceso pone en evidencia los peligros de las corrientes marinas y la importancia de tomar precauciones al ingresar al agua, especialmente cuando las condiciones no son favorables.